Era su momento, les había costa mucho volver a alcanzar un domingo, volver a pelear por un título. Les había costado incluso volver a jugar juntas. Una lesión de Mapi Sánchez Alayeto disolvió su unión durante mucho tiempo, dejando a su hermana Majo galopando sola, esperándola, tachando días en el calendario, y el día llegó.
Este domingo 13 de octubre de 2019 y la isla de Menorca quedará para siempre guardada en un cajón especial de su memoria, pues las hermanas Sánchez Alayeto alcanzaban una final por méritos propios, tras eliminar nada más y nada menos que a las números en semifinales (Martita Ortega y Marta Marrero) y se citaban en la final con su archienemiga Alejandra Salazar, acompañada de Ariana Sánchez. Un duelo enorme entre cuatro campeonas.
El resultado lo dice todo (7-5, 6-7 y 1-6), batalla total entre las cuatro en un Pabellón Menorca que no estaba ni mucho menos lleno, al que le sobraban bastantes asientos (una pena que no terminara de llenarse), empezaron a todo gas, con break para Ari y Ale al que respondían con celeridad e idéntica medicina desde el otro lado de la red. Ninguna de las cuatro imponía su saque y constantemente se producían las roturas de servicio, no sabiendo el para donde inclinarse hasta que, en un arreón final, la madrileña y la catalana obtuvieron premio y se llevaron el primer envite.
Todo lo contrario ocurriría en el segundo, más seguras con el saque e imponiéndose en la red, pero también con suma paridad, tanta que nadie conseguía despegarse del adversario. Las gemelas imponían su físico y Ari y Ale el toque de la primera y el juego ofensivo de la segunda, aunque este de manera mucho más intermitente y así el partido llegó al tie break, donde las hermanas fueron mejores y anotaron en el marcador el 1-1 (6-7).
Quedaba uno y se esperaba un desfallecimiento de alguna, principalmente de Mapi tras tanto tiempo sin competir en duelos tan intensos, pero nada más lejos de la realidad. Con la única necesidad de pedir fisio por unas pequeñas molestias en su antebrazo, tanto ella como Majo salieron a por todas en el último y metieron la marcha que tenían guardada, esa que antaño les daba tardes de gloria y torneo tras torneo. Excelsas defendiendo y más aún atacando, las mañas sorprendieron con un inicio demoledor en el que no dejaron hacer nada a las de Manu Martín, destrozando su defensa y atacando sin descanso, punto a punto, juego a juego. Parcial para anotar y un 6-1 que les concedía el resurgimiento, cual ave fénix.
Las Alayeto han vuelto (nunca terminaron de irse) y quieren más, eso no lo duden.
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