Llegaban Alejandra Salazar y Ariana Sánchez con la lógica vitola de favoritas al partido ante Paula Josemaría y Ana Catarina Nogueira, pero se toparon con dos colosas que supieron reaccionar a un primer set en contra que fue todo un monólogo de las Martas, y sacar fuerzas de flaqueza para alcanzar su tercera final del curso.
Dominio del primer set por parte de Salazar y Sánchez con muy pocos errores, apretando en el momento justo y haciendo que, especialmente Paula, pasara por algún bache, necesitando del apoyo de su compañera y del público, pero ni aun así recompuso su imagen, cediendo por un amplio 6-1.
Cambio total en el segundo, con una Paula resurgida que se sacó golpes increíbles y que contagió a la garra portuguesa de su compañera que, en partidos vivos, calientes, se maneja a la perfección. Así, igualaban cada desventaja en su marcador a base de esfuerzo, llegando incluso a ponerse por delante (4-3). Los puntos volaban de un lado a otro (4-4-, 4-5, 5-5) hasta que en el undécimo juego, la extremeña y la lusa no aprovecharon una bola de rotura esencial, poniendo por delante finalmente a las chicas de Manu Martín (6-5).
Eso les dio el empuje final, las fuerzas para, con dos puntos de Ari y un error de Paula, casi certificar el set pero cual ave fénix, Paula apareció de nuevo y fue capaz de forzar el tie break (6-6).
Paula, otra vez, Paula, colosal, elevó su nivel sin apenas fallos en el desempate para conquistarlo, aplaudida por la grada, y sella el segundo parcial a su favor.
Igualdad máxima en el tercero, donde ninguna de las cuatro se dejó nada, derrochando puntazos y golpes que cortaban hasta el aire. Imposible pedirle más a un set que también necesito de muerte súbita, siempre con las incombustibles Paulita y Nogueira por delante, hasta el 5-4, porque igualaron Ari y Ale y tuvieron incluso bola de partido tras tanto remar a la contra, pero no terminaron de creérselo y las de Gustavo Pratto volvieron a aparecer, a mostrar su mejor versión, recuperando las desventaja y ahora sí, definir el set, llegando a una nueva final, un premio más que merecido (6-1, 6-7 y 6-7).
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