Lo primero de todo, bravo. Bravo a los chicos, a Martín Di Nenno y a Javi Garrido. Un aplauso, un 10 como una catedral por el encomiable esfuerzo de llegar desde la ronda previa y superar uno a uno a sus rivales y plantarse en toda una semifinal. Y más aún, bravo por lograr ganarles un set a Fernando Belasteguín y a Pablo Lima, algo que pocos han logrado.
Estos dos chicos, que ya anunciamos prometen cosas muy grandes, se lo merecen todo, van a por todas y han realizado un Alicante Open excepcional, su mejor carta de presentación. Cosas así engrandecen el pádel.
Y lo segundo, bravo también a Lima y Bela, quienes supieron darles el reconocimiento que merecían »obligándoles» a quedarse en pista tras el partido y ser ellos los que recibieran los aplausos del público. Dos deportistas y dos personas enormes.
Pasando ya a la parte meramente competitiva, decir que los jóvenes le perdieron el miedo a las alturas que rondaban de competición desde el inicio, logrando un break en el tercer juego y avisando tanto a Bela como a Lima de que fácil no iba a ser. Los ex números 1 respondieron como mejor saben, con garra y un juego muy equilibrado y sin más concesiones para meterse tres juegos seguidos en el bolsillo y cerrar el primer parcial a su favor.
En el segundo, lejos de venirse abajo por el desgaste físico que llevaban acumuladas sus piernas, Di Nenno y Garrido salieron en tromba, dispuestos a, por lo menos, alargar su estancia. Un juego muy compensado en el que Garrido acertaba siempre a hacer volar la pelota y Di Nenno abría ángulos imposibles contra su rival brasileño les otorgó una ventaja de dos breaks (4-1) que les permitiría tomarse la parte final del set con mayor calma, la que no tenía la afición en sus asientos, pidiendo más espectáculo y que el partido se alargase. Y lo consiguió.
Di Nenno, el jugador que no hace tanto pasaba por un calvario físico y mental, levantaba los brazos al aire pidiendo más decibelios al tiempo que la sangre andaluza de Javi Garrido le ponía en efervescencia desde que salía del banco capitaneado por Gastón Malacalza. Tenían al público a su favor con gritos de »¡Sí se puede!» que llenaban el pabellón y que les daban los ánimos que necesitaban. Pero eso no era suficiente ante la experiencia de los chicos de Miguel Sciorilli, quienes se movieron en su mejor terreno cuando lograron el break y fueron progresivamente aumentando las distancias en el marcador, balanceando el choque a su favor y dejando la rebelión de los jóvenes cada vez más sofocada. Lo intentaron y se acercaron hasta solo un break de distancia, pero ahí acabó todo, con un saque de Lima que Di Nenno no podía devolver bien, enviando la bola a la red. Al final, 6-3, 3-6 y 6-3, pero el aplauso era para ellos. Y ojo, porque vendrán más.
Así pues, al igual que en las chicas, fina inédita en el cuadro masculino entre Pablo Lima y Fernando Belasteguín ante Paquito Navarro y Juan Lebrón previsiblemente no antes de las 12 horas.
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