Maxi y Sanyo, Sanyo y Maxi o, mejor dicho Maximiliano Sánchez y Daniel Gutiérrez, en mayúsculas. Dos auténticos ganadores que supieron sufrir lo indecible en la final del Logroño Open ante Paquito Navarro y Juan Lebrón, una pareja que ha crecido exponencialmente y que se presenta como una alternativa total en cualquier torneo.
Los cuatro ofrecieron al público logroñés una final de altura, un duelo »a cara de perro», sin concesiones, sin dejarse nada en el tintero, con golpes ganadores en cada parcela del campo y con la sensación de que cualquiera podía ganar, lo que terminó demostrando el marcador (6-7 y 6-7) en favor de los números 1.
Y quizá fue eso, su vitola de líderes del ranking, los que les dio ese plus sobre la pareja andaluza en la parte final de cada set. Era la revancha, queriendo unos el doblete y otros cobrarse venganza y eso originó un choque de altos vuelos, de movimientos constantes y eléctrico en el ataque, con menos defensas de las esperadas, pues todos querían mandar en el marcador y tomar las riendas del luminoso.
En ese frenesí de juego, las dos parejas se fueron midiendo juego a juego, sin perder ninguna su saque, buscándose las cosquillas pero sin terminar de encontrarlas, lo que supuso que el marcador fuese aumentando, que el calor fuese tomando las gradas y que los jugadores fuesen creciendo en el partido pero sin despegarse de los oponentes. Así se llegó al tie break, donde Sanyo siguió rindiendo a un nivel de 10 en los remates (un arma que empela más su compañero), al tiempo que Maxi crecía manteniendo el tipo atrás, con mucha constancia en todas sus acciones, logrando ambos la única diferencia del encuentro, un 5-0 a su favor que se convirtió en un 7-2 y en el primer set en su bolsillo.
En el segundo, fueron los pupilos de Ramiro Choya los que buscaron la igualada adelantándose primero en el marcador, pero la acción siguió los mismos derroteros, con igualdad constante de principio a fin (1-1-, 2-2, 3-3…) y de nuevo, muerte súbita. El tie break fue de nuevo juez y testigo pero en esta ocasión no hubo tanta distancia; de hecho, Maxi y Sanyo estuvieron incluso a punto de perderlo con 5-3 abajo, pero supieron recuperar a base de tesón y de no fallar ni un solo golpeo, colocándose 6-7 tras una sublime bajada de pared de Maxi que Paquito no acertó a bloquear bien y, posteriormente, con un remate, también del ‘Tiburón’, tras un globo de Paquito. Partido cerrado, segundo torneo y segundo título para ellos.
Maxi y Sanyo reafirman su favoritismo al tiempo que Paquito y Lebrón se suman con todos los honores al trío que conforman los números 1 y también Pablo Lima y Fernando Belasteguín como principales candidatos, de momento, a la pelea por los títulos. Un trío de parejas al que seguro se suma alguna otra, pues todo está más que igualado.
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