Si en el circuito masculino hay muchos nombres propios que están copando la lista de candidatos futuribles a grandes victorias y a números 1, en el circuito femenino la lista no es menos destacada, con una aparición casi total de jugadoras españolas. Y es que nuestro país posee una importante cantera de actrices que, de aquí a unos años, coparán muchos titulares.
A las actuales Martita Ortega, Ariana Sánchez, Gema Triay, Victoria Iglesias, Teresa Navarro o Bea González, jugadoras más que consagradas y con repercusión en el circuito, se les ha unido en los últimos tiempos otras como Aranzazu Osoro, Delfina Brea o Paula Josemaría, jugadoras que han empezado a demostrar de lo que son capaces.
Pero no son las únicas, ya que por debajo vienen apretando muy fuerte extranjeras como la francesa Alix Collombon, quien se pasaba del tenis al pádel y en 2018 lograba un importante crecimiento en el ranking de la mano de Juan Alday y de su compañera Sara Pujals, toda vez que alcanzaron los cuartos de final en Murcia y el puesto 29 en la clasificación. Junto a ella, una venida desde Portugal como Sofia Araujo y otra desde Argentina, Virginia Riera, quizá no tan jóvenes como las anteriores pero ambas nominadas, por méritos propios, a jugadoras revelación del año en los PadelSpain World Padel Awards (al igual que Delfina Brea).
Desde el otro lado del charco, pero en este caso desde Brasil, ha sobresalido también Raquel Piltcher quien, bajo las directrices de Neki Berwig en Madrid ha conseguido meterse hasta en siete ocasiones en el cuadro final junto a su joven compañera y también jugadora a destacar, Nicole Traviesa. Más enfocada esta en el circuito federado catalán, ha logrado aun así dejarse ver en el WPT y más de un 50% de victorias este año, metiéndose ambas entre las 50 mejores del ranking.
Idéntica situación ha vivido Raquel Segura, con otro ascenso de los que conviene analizar; la malagueña lograba incluso meterse en dos octavos de final procedente de las pre-previas y también terminar el 2018 dentro de las 50 primeras de la clasificación. Otro nombre que interesa apuntarse en la lista.
Jessica Castilló (1997), Nuria Vivancos (2001), Xenia Clasca (2001), con un ascenso impresionante del puesto 107 al 60 en solo una temporada, Araceli Martínez (2000), Carmen Goenaga (2004) o Ariadna Cañellas (2002) son algunas de las muchas jugadoras españolas que vienen despuntando desde categorías inferiores y que ya están totalmente asentadas en el circuito femenino.
Juventud, calidad, hambre y, desde luego, ganas de crecer, de convertirse en auténticas figuras del pádel mundial y lograr éxitos no solo en el circuito profesional, sino también a nivel internacional por lo que, de continuar con la progresión que llevan, en uno o dos años se lo pondrán muy difícil al seleccionador nacional.
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