Poca historia en el duelo entre Cristian Gutiérrez y Franco Stupaczuk ante Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez, al menos en el primer set, ya que los números 1 les endosaron un severo correctivo que lograron maquillar ligeramente en el segundo.
Y es que no venía al 100% Cristian, que pese a todo lo intentó, pero se llevó de entrada un 0-6 muy doloroso, máxime en un Master, tras un set donde Sanyo y Maxi estuvieron imperiales, sin cometer fallos, excelsos, demostrando su condición de grandes favoritos y de por qué en este torneo rinden más y mejor incluso que en otros.
Por su parte, tanto Cristian como Stupa veían pasar la bola y sus intentos por arrancar algún juego fracasaron, no pudiendo evitar que la sangría en contra aumentase minuto a minuto, deseando irse al banco para cambiar la tendencia y poder recuperar el aliento en el segundo.
En este segundo parcial la situación viró algo y pudieron al menos, más por relajación de los rivales que por empuje propio, plantar cara, jugar de tú a tú, a pesar de que el físico (ahora también se resentía el de Stupa, quien necesitó asistencia) fuese un hándicap demasiado elevado.
A pesar de ello, tuvieron opciones hasta el final, pudiendo incluso haber forzado el tercer set, pero los chicos de Gustavo Pratto (en este torneo Nito Brea les sigue desde Argentina) cerraron las vías de agua y no dieron opción alguna a un desgaste extra, cosechando un break que fue definitivo para poner el 0-6 y 5-7 en el luminoso.
Se despiden pues, como pareja, Cristian y Stupa, que el año que viene buscarán nuevos caminos por separado. Tres títulos para ellos en dos años en los que, cuando las lesiones les han respetado, han estado a un gran nivel y han demostrado que pueden ganar a cualquiera.
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