En el torneo pasado conseguían uno de sus objetivos, convertirse en pareja número 1, y ahora han refrendado su supremacía con, como mínimo, otra final y el título de finalistas en Granada, pero que nadie dude que pelearán por engrandecer su palmarés.
Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez han demostrado poderío, calidad, pegada y contundencia, todo ello ante una pareja como Juani Mieres y Miguel Lamperti que se caracteriza por, aunque juegue a ramalazos y por momentos, agarrarse a la pista y ser muy, muy rocosa. Una pareja siempre incómoda pero que en estas semifinales estuvo, por motivos propios o por trabajo de los rivales, lejos de su imagen habitual, cediendo con amplitud (1-6 y 4-6).
Especialmente duro para los bahienses fue el primer set donde, literalmente, fueron pasados por encima, por la derecha y por la izquierda; Sanyo y Maxi volaban por todos los lados de la pista, ya fuera jugando por alto, por bajo, desde el fondo o pegados a la red, todo para cerrarlo a su favor en poco más de 20 minutos. Visto y no visto.
En el segundo pudo aparecer algo más la volea de Juani Mieres para equiparar ligeramente las cosas, algo a lo que ayudó también que Lamperti se metió más en el partido gracias a que sus golpes esta vez sí entraban, pero todo ello les duró hasta el 3-3, cuando los números 1 (se hace raro hablar de ello si no es mencionando a Bela) pusieron de nuevo una marcha más para romper el servicio de sus oponentes e irse disparados a por la victoria.
Primera final, como decimos, en lo más alto del ranking. Un duelo por todo lo alto no antes de las 12 del mediodía ante un mago como Cristian Gutiérrez y un chaqueño de altos vuelos, Franco Stupaczuk.
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