Pelea de gladiadores, cual si fuera el antiguo Imperio Romano, entre Juan Cruz Belluati y Juan Lebrón, ante Matías Díaz y Ale Galán. Intensidad hasta decir basta, golpes cruzados sin descanso y, sobre todo, mucha pelea.
Y es que el rectángulo de juego se convirtió en una mezcla entre la arena del teatro romano y un cuadrilátero de boxeo, pues los cuatro se intercambiaron golpes a diestro y siniestro, para satisfacción de un público infinitamente entregado.
Basta conocer el marcador (7-6, 5-7 y 5-7) para hacerse una idea de lo que se vio en la pista, de la intensidad con la que jugaron los cuatro y del tremendo duelo ofensivo y defensivo llevado a cabo.
Empezaron por delante Lebrón y Belluati tras un primer set en el que se estudiaron, midieron y en el que ninguna pareja se podía despegar de la otra, no había forma de soltar en la escalada a los rivales, siempre agarrados mutuamente a rebufo y siempre obligando a un golpe más. No obstante, el tie break cayó del lado de los ‘Juanes’, quienes respiraron aliviados, pues lo tuvieron en varias ocasiones incluso perdido, pero supieron reponerse.
A la vuelta del banquillo, tanto los pupilos de Severino Iezzi como los de Mariano Amat decidieron ofrecer al respetable su mejor repertorio, pero en esta ocasión los nervios, o la falta de concentración jugaron una mala jugada a Lebrón, quien por momentos se le vio fuera del choque y a Belluati tratando de meterle de nuevo.
Lo intentó y en parte lo consiguió, pero quizá demasiado tarde, ya que Mati y Ale no solo conservaban su saque, sino que apretaron hasta que lograron ese break que les dio la ventaja necesaria en el decimoprimer set. En el tercero, más de lo mismo, con paridad total hasta que de nuevo, el break resultó definitivo y junto a las piernas de Ale Galán, ya que su compañero andaba algo tocado y necesitó en un par de ocasiones la asistencia del fisio, cerraron el partido y la batalla (de más de tres horas) a su favor.
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