Empezaron algo lentos de piernas Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez la final de Andorra ante un argentino volador, Franco Stupaczuk y un Cristian Gutiérrez que dominaba los tiempos de juego y los ángulos en la pista.
El primer parcial se decidió por un 7-5 en favor de un Cristian y un Stupa muy móviles en pista, haciendo mucho daño con cambios constantes, moviendo la pelota a gran velocidad y poniendo en muchos aprietos especialmente a Sanyo, porque Maxi, por muy mal que se pongan las cosas, es complicado verle fallar.
Así, el set se fue a los instantes finales igualado, pero los chicos de Carlos Pozzoni lograron un valiosísimo break que les dio ese plus para irse decididos a por el primer parcial.
En el segundo, tocaba golpear a los de Nito Brea y lo hicieron como mejor saben: siendo rocosos, regulares, minimizando fallos y acertando en casi cada bola que devolvían para apretar sin que los rivales se den cuenta. Pareja que poco a poco te va asfixiando, te va cercando y va logrando puntos que en ocasiones valen doble, pues no cometen fallos y encontrarles las cosquillas es muy complicado, ya que hacen de la regularidad su mejor arma. Ello les llevó a hacerse con este segundo set y a lograr igualar la final, que se merecía sin dudas un desenlace más largo.
El tercero empezó con problemas físicos para Cristian, quien necesitó de la asistencia del físico para solventar un problema en su pie izquierdo. Tras el pertinente masaje, volvió a pista sin problemas y el show continuó.
Todo estuvo muy igualado hasta el 3-3 con saque para Cristian y Stupa, momento en el que Sanyo decidió hacer magia y romperles el juego en blanco. El séptimo juego suele se rmuy importante y ponerse por delante rompiendo e da bastante ventaja, una ventaja que aprovecharon él y su compañero Maxi para ratificar justo después su saque y lograr dos puntos de ventaja.
Turno para Stupa y para seguir en el choque, que no desaprovecharon, pero entonces volvió a aparecer Sanyo para ser decisivo en el tramo final y doblegar la resistencia de el de Chaco y de el de Mar del Plata (7-5, 4-6 y 4-6). Quinto título que sube a sus vitrinas, cercando más que nunca el número 1 del mundo, su gran objetivo que aún mantienen Bela y Lima, pero que ahora tendrán que defender con uñas y dientes.
Los comentarios están cerrados.