Quien quisiese espectáculo en Andorra, lo ha tenido, y del bueno. Tremendo partido el que se ha podido vivir en la ronda de cuartos, el paso previo al fin de semana, en el cuadro femenino entre cuatro gladiadoras, no solo jugadoras: Lucía Sainz y Gemma Triay por un lado y Eli Amatriain y Patty Llaguno por el otro.
Hay que decir que fue un partido raro, extraño en el comienzo y trabado al final, donde las pupilas de Neki Berwig empezaron colosales, sin fallos, aprovechándose de un largo y profundo bajón de Triay en todas las acciones del juego, lo que les sirvió para poner su máquina a funcionar e irse sin prisa, pero también sin pausa en el marcador, endosando a la dupla número 2 un doloroso 0-6 que escocía, y mucho.
El partido, que parecía visto para sentencia también al salir del banco, pues Patty y Eli se pusieron 3-0 arriba, cambió radicalmente. Gemma encontró la fórmula que necesitaba para arrancar sus piernas, su brazo y su estadística de aciertos y, acompañada de una Lucía Sainz que no hacía más que intentar meterla en el partido a base de gritos de ánimo y de una defensa inexorable, comenzó a remontar, a darle la vuelta a la inercia y a poner la balanza a su favor, volcando la pista con rápidos contraataques, fuertes voleas y empujando al fondo a una Patty que exhibía una y otra vez su gran muñeca y una Eli que se está destapando cada vez más como una gran pegadora.
En definitiva, que el partido se equilibró y brindó, a los poco más de aficionados presentes, un duelo estratosférico, de los mejores que se recuerdan durante el año y que quedó empatado en el segundo set mediante un tie break ganado por las chicas de Pablo Aymá. Uno-uno y todo por decidir en el tercero que subió, más si cabe, las revoluciones. Paridad máxima punto a punto, juego a juego, con Patty y Eli tratando de escaparse, saliendo muy activas a ganar la red y Gemma y Lucía de menos a más, creciendo conforme se superaban las dos horas de partido y el físico iba haciendo mella. Al final, a pesar de que las chicas de la dupla nº2 fueron en todo momento a remolque, lograron sacar su espíritu de campeonas en el arreón final y superar, merced a un break y a la consolidación de su saque, todo el trabajo realizado por Patty y Eli (0-6, 7-6 y 7-5), a las puertas de la que hubiese sido su segunda final, y se tomaron la venganza de la eliminación del torneo anterior. Bravo por las cuatro.
Gloria también y merecida, para Carolina Navarro y Cecilia Reiter, quienes llegan a una semifinal bastante tiempo después. La afición se había acostumbrado a no verlas los fines de semana salvo en la grada mirando cómo jugaban sus compañeras, pero parece que por fin han vuelto, y el pádel lo agradece. La malagueña y la argentina están en semifinales con todas las de la ley tras imponerse, en parte contra pronóstico, a dos jugadoras muy jóvenes y de gran calidad, Martita Ortega y Ariana Sánchez (6-3 y 6-4). En esta ocasión las veteranas tiraron de oficio para, en las dos partes decisivas de cada set, saber apretar y ponerse por delante para, posteriormente, salvaguardar la ventaja obtenida y cerrar así la que es su primera semi del año, un premio mayúsculo que celebraron con un sentido abrazo entre ellas y su entrenadora, Vanesa Zamora.
En el resto de choques, las favoritas no encontraron excesivos problemas y lograron imponerse con muy poca oposición. Por ejemplo, Alejandra Salazar y Marta Marrero lograron un doble 6-1 ante Nela Brito y Aránzazu Osoro, quienes se estrenaban en cuartos de final y que dejaron buen sabor de boca, aunque no lograron aguantar el empuje de la madrileña y la catalana.
Por otro lado, Mapi y Majo Sánchez Alayeto apagaron el sueño de Alba Galán y Mari Carmen Villalba, que parecen haber vuelto para quedarse, pero que de momento están demasiado lejos en sensaciones respecto a las números 1, lo que quedó demostrado en el marcador (3-6 y 3-6) a pesar de su constante pelea.
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