Decimos victoria sin gloria porque a ningún jugador, y menos a ellos debido a su carácter ganador, les gusta vencer en un partido o torneo por lesión de otro compañero. Y es que Fernando Belaseguín y Pablo Lima veían cómo Cristian Gutierrez tenía que retirarse por un tirón en el muslo mediado el segundo set.
Lo cierto es que, hasta ese momento, la final se había definido totalmente opuesta a la de las chicas: un primer set igualado hasta la saciedad, decidido en tie break, y un segundo que marchaba totalmente a favor para los números 1 (6-7 y 0-3).
Como decimos, el primer parcial fue un constante toma y daca de golpes, con un Stupa muy metido en el partido y que le complicaba la vida mucho a Pablo Lima, incómodo por momentos, mientras que Bela intentaba echar para atrás al chaqueño y que Cristian entrara lo mínimo posible en juego, pues sabedores de su talento, podía desequilibrar el choque rápidamente.
Aun así, los dos argentinos se pusieron con aparente comodidad 3-1 arriba y entonces se encendieron las alarmas en el banquillo de Horacio Álvarez Clementi, pues no podían con las piernas kilométricas del jovencísimo argentino volador, pero a base de pundonor colocaron el 3-3 que fue el inicio de la igualdad máxima hasta el 6-6. Todo por decidir y el tie break que entraba en juego donde la mayor contundencia de los números 1 y su menor número de errores no forzados le supusieron que se lo llevaran por 2-7.
Esto fue la mecha que encendió el carácter devorador de Bela, quien avisaba a su compañero que era el momento ideal para que, a la salida de los banquillos, metieran una marcha más y pusieran una diferencia constante que les sirviera para tomarse las cosas con tranquilidad y no sufrir como en el primero. Lima le hizo caso y eso, unido a un mermado Cristian, que cada vez se movía menos y obligaba a Stupa a que barriese mas pista (con la consiguiente apertura de espacios que aprovecharon Bela y Lima) y que necesitó asistencia de la fisio para intentar aguantar.
Sin embargo, aunque volvía a pista, apenas pasó un juego y en el siguiente, con 0-3 en contra, notó otro pinchazo que le obligó a abandonar y decir adiós a una posible remontada y a la disputa del título, todo ello en medio de la sorpresa a la par que tristeza del público pero con un aplauso general que suponía el reconocimiento del respetable a su esfuerzo.
Bela y Lima ya tienen su primer torneo del año, y seguro que llegan muchos más, pero se ha demostrado que cada vez cuesta más ganar uno y que ninguna pareja da un solo partido por perdido, y que la sorpresa puede llegar en cualquier momento.
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