Con un resultado, muy engañoso por otra parte, de 6-4 y 6-2, Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez vuelven por sus fueros, con el mismo rédito que el día que decidieron separarse hace tres años. Un título de Master, en esta ocasión en Badalona, y la sensación de que, más maduros y con más recursos, ahora sí son una alternativa más que real al dominio de Bela y Lima.
Enfrente suyo, Juan Cruz Belluati y Juan Lebrón, dos de los llamados a liderar esa rebelión de juventud, ese pádel 3.0 que llega con la gente de 25 años para abajo y que pretende saltarse el orden establecido. Ellos, por el momento, ya lo han hecho, llegando a la final y peleando de poder a poder. No sabemos si repetirán más finales, si la temporada terminará por colocar a los veteranos siempre en las disputas de los títulos pero lo que sí es cierto es que motivos han dado, y muchos, para tenerlos en cuenta.
Y es que su estilo desenfadado, de juego combinativo (a veces sin un patrón establecido, sobre todo en el caso de Lebrón) y de diferentes velocidades, hace daño, y a Sanyo y Maxi también se lo hizo, más en el primero, cuando se igualaban a todo juego a juego, pasando del 0-0 al 4-4 en un abrir y cerrar de ojos.
Choque de ida y vuelta y de desgaste en el que Maxi golpeaba duro, Lebrón le contestaba con la misma moneda y Belluati y Sanyo se encargaban de jugar por abajo y poner algo más de tranquilidad y estrategia. Así, en esa tesitura, un break tras varios fallos del argentino y el gaditano pusieron por delante a los de Nito Brea, que ya no perdieron comba y cerraron a su favor el primero.
Esto espoleó a Lebrón y Belluati que, encomendados a la heroica, intentaron por todos los medios seguir poniendo en apuros a sus oponentes pero quizá el desgaste del choque anterior ante los números 1 les pesó en las piernas y eso hizo que apareciera el ‘Tiburón’ de Villa Mercedes, para morder y agarrar fuertemente a su presa, una presa que ya no soltó para irle mermando poco a poco, break a break, con un Lebrón cada vez más desesperado y un Belluati al que los ángulos, en vez de abrírsele, se le cerraban.
Sanyo apareció entonces y con un par de recursos de mago, como en el último punto, con salida de pista, devolución, vuelta para volear y sacada por 4, puso en pie al respetable, levantó los brazos y conquistó para él y su compañero un nuevo territorio. Se reafirman como pareja 2, dan un claro aviso a navegantes y también muestran que, para ganar a Juan Cruz y Juan Lebrón hace falta más que pegada y aguante y que serán dos rivales complicados.
Termina así la primera cita del año cerrando el pabellón de Badalona con grandes aplausos y se pone el circuito rumbo ya al Open de Alicante, que el próximo domingo día 1 arrancará con sus primeros partidos.
Los comentarios están cerrados.