Han completado el repóker de títulos Fernando Belasteguín y Pablo Lima. Por fin tienen su quinto título y de nuevo dan un zarpazo a la clasificación de la carrera de campeones, algo que dominan sus eternos rivales pero que ahora se ha estrechado bastante.
En las tierras granadinas, el argentino y el brasileño ofrecían, a pesar del cansancio acumulado tras dos partidos seguidos a tres sets de más de tres horas cada uno, un espectáculo de solvencia y rendimiento inconmensurable, superando a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez por un claro 6-7 y 1-6.
El duelo fue de más a menos en cuanto a igualdad, con el típico inicio de toma de contacto, medición, observación, ataques de fogeo y, finalmente, abordaje completo. Los cuatro intentaban buscarse las cosquillas mutuamente, dando y recibiendo a partes iguales, ganando el saque de sus adversarios, perdiendo el suyo propio y llegando al 5-3 que parecía claro para los números 1.
Con todo a su favor, extrañamente Bela y Lima no supieron cerrar el primer parcial y dejaron que se les subieran a las barbas sus oponentes (5-5), para más tarde, forzar de nuevo la máquina y tener que recurrir al tie break, donde el de Pehuajó y el de Porto Alegre fueron mucho mejores y jugaron con más convicción.
El segundo set comenzaba y el público esperaba la lógica reacción de la pareja número 2 que, lejos de producirse, sucedió al contrario. Paquito y Sanyo, en vez de venirse arriba, cayeron en picado: sus golpes no entraban, su cara no era la misma, se veían superados una y otra vez por los tiros de Lima a la verja y su expresión denotaba apatía, sufrimiento y tedio. En ese mar se movieron y terminaron por naufragar y hundirse, con un doloroso parcial en contra de 4-0 que, además, no tenía visos de poder recuperarse, sino que iba a más, a peor.
Aunque Ramiro Choya lo intentó de todas maneras, sus pupilos no respondían, apenas se hablaban sobre la pista, únicamente eran capaces de defenderse en algunas bolas y mirar con cara de circunstancias cómo Bela y Lima se iban lejos, muy lejos. La dupla hispanoargentina puso tierra de por medio, pues no buscaba un choque largo como los que había padecido los días previos, y quería cerrarlo por la vía rápida. En su habitual modo ‘Depredador’, aunque sin tener que forzar la máquina, llegaron a buen puerto con su pádel y lograron el 1-6 definitivo que les confería el quinto entorchado del año.
Fotos: Paquito Navarro / Pablo Lima (World Padel Tour)
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