La jornada de cuartos del Granada Open ha ido de menos a más, con una emoción ‘in crescendo’, aumentando conforme avanzaban las horas y caía la noche en territorio nazarí. Al final, concluyó con una oda a la entrega, a la pasión, y a la pelea por no ceder un solo centímetro en la pista.
Los primeros en liza fueron Cristian Gutiérrez y su talento infinito y Franco Stupaczuk y su capacidad para llegar a cualquier bola lo que, todo mezclado, dio como resultado un 6-0 y 6-3 ante los siempre aguerridos Fede Quiles y Marcello Jardim. Lo intentaron el argentino y el brasileño, pero fueron incapaces de rendir como lo hicieran en octavos, y tras un primer set inmaculado en contra, apretaron algo más en el segundo, pero no de manera muy consistente.
Acto seguido, Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez inauguraban la jornada de tarde desbaratando la resistencia de la pareja sorpresa del torneo, Nacho Gadea y Germán Tamame. El madrileño y el argentino esta vez no pudieron hilvanar su juego y acabaron con un doloroso correctivo en contra (6-1 y 6-3) que, no obstante, les hace irse con la cabeza muy alta de Granada merced a la buena imagen mostrada.
Algo más les costó a Matías Díaz y Maxi Sánchez ante Juan Lebrón y Tito Allemandi, y todo porque la conjunción de regularidad y consistencia de Allemandi mezclada con el desenfado y la ‘locura’ en el juego de Lebrón supuso algún que otro quebradero de cabeza para la dupla argentina. Terminaron por vencer (3-6 y 4-6) con un Mati inconmensurable en defensa y un Maxi que conseguía hacer de cada bola que tocaba un peligro constante, pero no con la claridad que se les presuponía, pues sus rivales eran un fortín que sacaba petróleo de cualquier mínima ocasión que tenían.
Pero, sin duda, el último partido fue el mejor de la jornada, el más esperado quizá y el que más espectáculo ofreció. Y es que Miguel Lamperti y Juani Mieres jugaron como nunca ante los números 1, Fernando Belasteguín y Pablo Lima. Un duelo titánico, de tú a tú y de más de tres horas que terminó fraguándose por un 6-3, 5-7 y 5-7 en favor de los ‘Depredadores’.
El problema era que ninguno de los cuatro quería perder, y eso se tradujo en una entrega total, como pocas veces se puede ver y los aficionados disfrutaron, y mucho, haciendo la ola en el pabellón y aplaudiendo la entrega, los remates, los puntos imposibles, los intercambios interminables y los golpes desde el suelo, todo en pos del show. Un show que ofrecieron estos cuatro gladiadores y que pudo caer de cualquier lado. Con un primer set en el que los bahienses sorprendieron con un arranque eléctrico, haciendo pequeños a Bela y Lima, algo que muy pocos pueden decir, el segundo mostró mucha más igualdad y cayó del lado de quienes más lo intentaron.
Pero el tercero llegó la locura. Con más pádel en la cabeza que en las piernas, el físico llegando poco a poco a la reserva (Lamperti terminó pidiendo asistencia del fisio y jugando con una visible cojera), se impusieron Bela y Lima, si bien Mieres y Lamperti lo tuvieron todo a su favor, ya que los remates del canoso y las voleas de revés de Mieres causaban estragos en la defensa de los números 1, noqueados en gran parte del choque pero que supieron demostrar precisamente por qué llevan en su apellido esa denominación. Sacando fuerzas de donde no había, con 5-3 en contra y saque para la dupla nº5, fueron capaces de romper, asegurar el suyo y volver a romper, para ponerse por delante y finalmente firmar el definitivo 5-7 que les concedía una victoria con la que, en muchos momentos del choque, ni habían pensado.
Este sábado toca la fase de semifinales con dos duelos de altura. Por un lado Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez ante Franco Stupaczuk y Cristian Gutiérrez (no antes de las 11 horas) y por el otro Matías Díaz y Maxi Sánchez ante Fernando Belasteguín y Pablo Lima (no antes de las 19 horas).
Fotos: Juan Lebrón y Tito Allemandi / Juani Mieres y Miguel Lamperti (World Padel Tour)
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