Costó, pero ya están de vuelta. Pablo Lima y Fernando Belasteguín han vuelto por su camino habitual de baldosas amarillas (lesión mediante) y ya vuelven a conseguir más compañeros para sus pobladas vitrinas. Los números uno han conseguido salir victoriosos de Alicante a pesar de que enfrente tenían a sus alter ego, Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez, es pareja que siempre les ponen en problemas.
Esta vez no fue menos, y tuvieron que irse a los tres sets (3-6, 6-3 y 3-6). El comienzo fue para Bela y Lima, quienes cosecharon a su favor un break que después consolidarían y administrarían, marchándose con ventaja suficiente para certificar a su favor el primer parcial.
Pero Paquito y Sanyo no habían dicho su última palabra. Ambos crecieron en el choque y se dispusieron a responder al envite que les enviaban los rivales con cambios de juego, pelea de voleas y con tiros muy ofensivos, especialmente Paquito con sus remates y bajadas de pared, que hacían daño una y otra vez, logrando ahora ellos el break necesario para desestabilizar al oponente, en este caso a Bela con su saque. Así, los pupilos de Ramiro Choya devolvieron la afrenta y pusieron todo como al principio.
Pero en el tercero, con todo por decidir y ninguno dejándose nada, dos jugadores empezaron a sobresalir por encima del resto, Fernando Belasteguín fue uno y Paquito Navarro el otro. Los dos estuvieron certeros, llevando a sus respectivas parejas en el partido, sabiendo elegir los tiros en los momentos precisos y colgándose el peso del choque a sus respectivas espaldas. En este momento fue clave qué compañero apoyaría más y ahí brilló ligeramente por encima Pablo Lima, pues Sanyo no se encontró todo lo a gusto que hubiese deseado él y el espectáculo, y no sacó a relucir su brillante muñeca como suele. Así, con varios tiros cruzados de Lima, salidas de pista de Bela y remates imposibles desde detrás de la línea de fondo de Paquito, se llegó al 3-4, momento en que Bela puso el cerrojo.
Deseando no tener que jugarse el torneo en un siempre imprevisible tie break, el de Pehuajó rompió el servicio de sus oponentes (3-5) y lo consolidó justo después para poner en pie al público y recibir los aplausos como campeón, junto al guerrero de Porto Alegre, del Estrella Damm Alicante Open.
Un trofeo más que ostentan y que supone una reconciliación total con su hambre de victorias, dejando claro que la lesión está olvidada y que van a por todas en cada una de las citas World Padel Tour.
Fotos: World Padel Tour
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