Es uno de los integrantes de la denominada nueva generación, pero desde hace algún tiempo, y ahora lo ha refrendado todavía más, Franco Stupaczuk se ha hecho un hueco en la élite del pádel, ofreciendo un crecimiento incontestable a su corta edad que ha hecho que, acompañado de la magia de Cristian Gutiérrez, haya conseguido su primer título en el circuito World Padel Tour.
El Super Pibe desmontó todas las teorías expuestas en una final inédita, en la que se enfrentaba a Matías Díaz y Maxi Sánchez, dos jugadores que por ranking y jerarquía, partían como absolutos favoritos, pero que terminaron por estrellarse con el talento de Chaco (7-5, 4-6 y 4-6).
Partido de altos vuelos en Mijas, con cuatro estilos diferentes: electricidad por parte de Stupa, magia por parte de Cristian, pegada en la pala de Sánchez y defensa y combate en las piernas de Díaz; ingredientes todos ellos que crearon un cóctel explosivo.
Stupa y Gutiérrez demostraron que su buen torneo no era cuestión de suerte y desde el primer momento plantaron cara, consiguiendo un break nada más empezar pero tener enfrente al Guerrero y al Tiburón hace que tu partido tenga que ser de una media de notable alto, pues si te relajas lo más mínimo, te vuelven a alcanzar, y eso es lo que pasó en varias fases del primer parcial, donde a pesar de contar con una ventaja cómoda, la dupla nº3 supo trabajar y volver a acercarse en el marcador, forzando primero el tie break y, después, recuperando la bola de set en contra para llevarse el primero a su casillero.
El segundo empezó con no menos intensidad y, de nuevo, Stupa y Cristian se pusieron por delante (2-0), pero volvían a recuperar terreno los chicos de Severino Iezzi hasta llegar al 5-4 en el que emergieron los saltos y chispazos del Chaqueño, que ponía en órbita cada bola que le llegaba a pesar de la defensa a ultranza desde el otro lado de la pista y hacerse con el punto definitivo que le haría embolsarse el parcial y la igualada.
En el tercero, conscientes de que lo tenían todo a favor, los pupilos de Carlos Pozzoní no bajaron un ápice su entrega y en el quinto juego, con todo igualado (2-2) apareció él, el joven argentino de solo 21 años, que se encargó de poner patas arriba cualquier orden y lógica. Él solo rompía el saque de Maxi y consolidaba el suyo para poner el 4-2, momento en que Cristian decidió que era hora de ir a por todas y comenzar a mover la bola a su antojo, salidas de pista incluidas, y poner al público en pie.
Mati y Maxi pelearon de nuevo hasta el final, pero no pudieron volver a reengancharse al duelo y cedieron un título que se habían trabajado mucho en el inicio, dándoles la gloria a un joven eléctrico que, además se llevó el premio a MVP de la final, y a un mago veterano.
Enhorabuena a los cuatro por el gran torneo y por haber dejado un último partido soberbio, de un nivel excepcional.
Fotos: World Padel Tour
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