Las condiciones de la pista o el lugar geográfico parece ya que son meras nimiedades para esta pareja instalada en el éxito. ‘Tolito’ Aguirre y Gonzalo Alfonso han vuelto a saborear las mieles de la victoria y esta vez su bandera se ha posado en Asturias. Tierra de meigas y de magia, ideal para ellos, ‘los Mágicos’.
En Avilés han levantado su séptimo título de la temporada en la novena final que alcanzaban este año, lo que supone acercarse a los 10 que consiguieron Maxi Arce y Franco Dal Bianco el año pasado, récord de este circuito. Además, en 45 partidos han vencido 43 veces y llevan siete títulos en siete finales. Números más que destacados.
Delante tenían en esta ocasión a Ramiro Pereyra y Juan Ignacio De Pascual, pareja de nueva formación que en su primera prueba juntos han conseguido encajar a la perfección, mostrándose como dos nuevos posibles contendientes de cara a pelear por puestos de honor en los torneos.
Sin embargo, en esta ocasión, el enorme desgaste que traían por su semifinal (estuvieron peleando durante tres sets, más tiempo que Aguirre y Alfonso) se notó y eso, unido a los nervios por lo que había en juego, les pasó factura, porque la tónica de todo el partido fue que Alfonso y Aguirre tuvieron opciones de rotura en todos los saques en los que estuvieron al resto, de ahí que las diferencias al final del set fueran tan grandes (y eso que el primer break no apareció hasta el sexto juego).
Contrabreak como rápida respuesta para seguir vivos en la lucha, pero en el octavo nuevamente la rotura apareció a favor de los nº1 y ya fue la definitiva (6-3 y primer capítulo cerrado).
Las sensaciones continuaron sin ser positivas en el lado de los aspirantes, pues nada más comenzar sus rivales mantuvieron el paso y ellos volvieron a verse sepultados por sus numerosos errores con el servicio (3-0). El técnico de Pereyra y De Pascual les insistía en cambiar la táctica, alargar los puntos, intentar cosas nuevas, algo para agitar el árbol y tímidamente funcionó, porque a partir de ese momento sus estadísticas mejoraron.
Empezaron a aguantar mejor las embestidas y se acercaron en el luminoso (3-2), pero todo era más sensaciones que realidad, si bien salvaron no una ni dos, sino hasta cuatro bolas de partido en contra y posteriormente fueron capaces de empatar el marcador (5-5) y dejar un final apretado.
Finalmente, en el undécimo juego aparecieron las dudas de Pereyra-De Pascual, que terminaron cometiendo errores que les costaron un servicio decisivo, en la undécima pelota de rotura que tuvieron ‘Los Mágicos’ en el segundo set, quienes tocaron por fin el título (6-3 y 7-5) y engrosaron sus vitrinas.
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