La primera cita del año en el circuito A1 Padel, sorpresas mediante, nos va a dejar una final nunca vista hasta la fecha, entre cuatro jugadores que quizá no estaban en las quinielas y más teniendo en cuenta que en uno de los casos, son debutantes.
El caso es que México, tierra que vio nacer al pádel, verá nacer a unos nuevos campeones, pase lo que pase en el torneo y sea cual sea el resultado, estrenarán palmarés.
Para ‘Tolito’ Aguirre y Gonzalo G. Alfonso, pareja formada para estas cotas, se espera que sea la primera de muchas, habiendo llegado a ella mezclando el talento de uno y la garra del otro, prácticamente sin haber sufrido en ningún partido, intentando no salir en los focos para trabajar e ir conjuntándose poco a poco, pero a su vez fagocitando rivales, también en semifinales, donde se midieron a Santiago Frugoni y Martín Abud, dos de las sorpresas de esta cita.
Allí, con un 4-6 y 3-6, les dejaban en la cuneta a base de breaks y de show, levantando en más de una, de dos y de tres veces al público del Arena BUAP y maniatando especialmente a Abud, a quien obligaban a defender una y otra vez sin que pudiera ser diferencial en ataque.
El otro choque sí que tuvo más miga y dejó una espectacular remontada de Maxi Sánchez y Fede Chiostri sobre Ramiro Pereyra y ‘Tito’ Allemandi, lo que sin duda hubiese sido un aliciente extra para la final, ver un cara a cara entre ‘Tolito’ y ‘Tito’.
El partido concluiría con un 3-6, 7-6 y 6-3 en el que Allemandi y Pereyra arrancaron con varias marchas más pero que no se decidió hasta el tramo final, el séptimo juego, cuando ‘Tito’ y Ramiro se hicieron con un break que posteriormente consolidaron, ampliando su ventaja.
Chiostri y Sánchez mejorarían su solidez en el segundo, siendo ellos los que rompieron en el primer juego, pero sin suerte, pues inmediatamente después recibieron su misma medicina. Así, sin que ningún binomio pudiese volver a adelantarse, se citaron en el desempate, donde recibieron el premio a su insistencia infinita.
Con todo por decidir, el bajón anímico (y quizá también físico) de ‘Tito’ y Ramiro fue evidente, viéndose rápidamente abajo con un 5-1 en contra que ya no pudieron sino maquillar levemente, viendo cómo la oportunidad de su primera final se les escapaba de las manos.