Los Juegos Olímpicos de París están a la vuelta de la esquina y las casas de apuestas como Betway ya están comenzando a hacer sus preparativos. Aunque ya hemos hablado en multitud de ocasiones sobre las condiciones que debe reunir un deporte para ser olímpico, el pádel sigue sin penetrar en el evento deportivo más importante del mundo.
Sus normas se asemejan a las de otras competiciones ya asentadas y cuenta con una cantera de figuras lo suficientemente competentes para disputar un torno, como es el caso de Alejandra Salazar, que actualmente ocupa la séptima posición en el ranking de la Federación Internacional de Pádel. La cuestión es, ¿por qué esta disciplina, tan popular en muchos países, aún no ha conquistado el escenario olímpico? Eso es lo que trataremos de responder a lo largo de este artículo.
Participación internacional: los números hablan
Para que un deporte sea considerado para su inclusión en los Juegos Olímpicos, es necesario que se practique en un número mínimo de países y continentes. Según los criterios establecidos, el pádel debe competir en al menos 75 países en categoría masculina y en 40 países en categoría femenina, distribuidos en cuatro y tres continentes respectivamente.
A pesar del crecimiento global del pádel, aún no ha alcanzado estas cifras requeridas para ser considerado olímpico, siendo este el principal obstáculo hacia su inclusión en el programa olímpico. A día de hoy, tan solo cuenta con 50 federaciones asociadas.
Tradición y legado olímpico
A pesar de que el pádel ya cuenta con una federación internacional (la FIP, para ser exactos), otro requisito indispensable para su inclusión, los Juegos Olímpicos suelen dar prioridad a deportes con una larga tradición. En este sentido, el pádel carece de este aspecto histórico que caracteriza a disciplinas como el atletismo, la natación o el tenis. Los comités olímpicos tienden a valorar la continuidad y la conexión con el pasado olímpico al considerar la inclusión de nuevos deportes.
Infraestructura y recursos, todavía algo lejos de otros deportes
La infraestructura necesaria para la práctica del pádel, aunque está en aumento, aún no alcanza los estándares requeridos para ser considerada una disciplina olímpica. Los Juegos Olímpicos exigen instalaciones de primer nivel que puedan albergar competiciones de alto nivel y ofrecer las condiciones adecuadas para los atletas y espectadores.
Dejando a un lado la inversión privada, la construcción y mantenimiento de estas instalaciones suelen ser otro obstáculo para administraciones y gobiernos locales o autonómicos, los cuales prefieren priorizar otros deportes más asentados y populares.
Competitividad, nivel técnico y lobby deportivo
Otro aspecto que explican su ausencia en el panorama olímpico es la competitividad y el nivel técnico de los atletas que practican el deporte en cuestión. Si bien el pádel cuenta con una base de jugadores bastante competentes (Fernando Belasteguín, Arturo Coello y Agustín Tapia, entre otros), aún no ha alcanzado el mismo nivel que otros deportes presentes en los Juegos Olímpicos.
Los comités de selección olímpica evalúan el nivel de juego y la calidad de las competiciones en todo el mundo antes de tomar decisiones sobre nuevas inclusiones en el programa olímpico. Eso por no hablar de las negociaciones políticas y del propio lobby deportivo, que pueden influir en la inclusión o exclusión de un deporte en concreto. Recordemos que para que un deporte sea admitido, debe haber sido aprobado siete años antes de la celebración del evento.