Habrá revancha o, por lo menos, duelo idéntico al de hace unas semanas en la final de A1 Padel. Al igual que ocurrió en Suecia, en Tenerife se verán cuatro argentinos buscando levantar el preciado título. Mismos nombres, distinto escenario pero, ¿cuál será el desenlace?
En la primera semifinal del torneo, Cristian Germán Gutiérrez y Mario Huete, quienes llegaban con la ilusión por bandera, fueron un dolor de muelas para Juani De Pascual y Gonzalo Alfonso.
No les dieron margen en ningún momento, no les permitieron irse en el marcador y les contestaron con una gran energía e intención en cada golpe. Serían De Pascual y Alfonso los que lograron romper el saque y mantener el suyo en los primeros compases, obteniendo así una ventaja mínima que les permitió ir por delante hasta el final, a pesar de los intentos del argentino y el madrileño por revertir la situación (4-6).
El segundo set fue algo diferente, pues ‘Sanyito’ y Mario reaccionaron y tuvieron más control sobre el juego, así como un margen bastante amplio logrado punto a punto (5-2) y con esfuerzo; sin embargo, cuando sólo les faltaba un punto para llevarse el set e igualar la contienda, rugieron heridos Juani y Gonzalo para venirse arriba y darle la vuelta completamente al marcador, llegando a forzar el tie break donde fueron amos y señores con un 1-7 para levantar los brazos y festejar su pase a la final (4-6 y 6-7) ante una pareja que ha dejado muy buenas sensaciones.
La segunda semifinal fue aún más ajustada que la primera pues Franco Dal Bianco y Maxi Arce tuvieron que irse a los tres sets ante la pareja de A1 Padel que más se agarra a la pista, Agustín Torre y Diego Ramos. Ya sabían de antemano que no iba a ser una batalla fácil y el marcador lo acabó por demostrar.
A pesar de que su inicio fue sólido y contundente, con roturas en el tercer y séptimo juego para escribir un 6-3 en el marcador, la cosa a partir de ese momento se torció para los nº1.
Combatiendo el fuego con fuego, Torre y Ramos aguantaron las embestidas iniciales del segundo y golpearon en el noveno juego, quebrando el servicio rival para ponerse por delante y no soltar la ventaja hasta empatar el marcador (4-6) y mandarlo todo a un tercero con muchos frentes abiertos.
Diego y Agustín comenzaron con mejor inercia a pesar de que Dal Bianco y Arce no le perdían la cara al encuentro, marchando los cuatro igualados a todo, sin roturas ni heridas de las que lamentarse, por lo que hubo que buscar a los ganadores en la muerte súbita, donde los líderes del ranking ejercieron como tal y se agigantaron. Así, con un 6-3, 4-6 y 7-6 volvieron a llevarse el billete para una final, la séptima del curso para ellos, esta vez con opción de revancha tras lo ocurrido en suelo sueco.
Los comentarios están cerrados.