Este domingo se daba por concluida la tercera edición de los Juegos Europeos, que se han celebrado en la ciudad polaca de Cracovia. La cita de este año era más especial que ninguna ya que, por primera vez, el pádel tomaba parte en la misma y, además, lo hacía con una modalidad nunca vista antes en competición oficial: los dobles mixtos.
El equipo español, dirigido por el seleccionador Juanjo Gutiérrez, partía lógicamente como gran favorito en todas las categorías, y lo refrendaba colocando a representantes en todas las finales, en algunas incluso por partida doble.
En lo que se refiere a la categoría mixta, la medalla de oro sería para Noa Cánovas y Daniel Santigosa, con apenas 18 y 19 años, demostrando su enorme talento y calidad en la pista. Los españoles se impusieron a los italianos Marco Cassetta y Giulia Sussarello en dos sets (6-3 y 7-5).
Su inicio fue espectacular, con un break y con un 3-1 que puso ya tierra de por medio y no permitió que los italianos se les acercaran; en el segundo parcial, el marcador mostró los mismos registros al paso por el cuarto juego pero esta vez sí hubo reacción, aunque no la suficiente, como para forzar el tie break o un tercer set que alargara la contienda.
»Es una sensación única, un sueño hecho realidad; la principal dificultad fue adoptar los planes técnicos y tácticos a esta especialidad que es nueva para nosotros, pero debo decir que nos divertimos mucho», comentaba el propio Santigosa tras la ceremonia de premios. Por su parte, su compañera admitía que había sido »muy duro a nivel físico ha sido muy duro, pues venía de un partido muy largo por la mañana (la final por el tercer puesto femenino), con casi tres horas en la pista y nos costó mucho, pero sabíamos que sería el último partido de la semana para mí, así que lo dimos todo para ganar».
Araceli Martínez y David Gala conseguían después la medalla de bronce al imponerse al binomio francés formado por Lucile Pothier y Thomas Leygue por un apurado 7-6 y 7-6 que puso de manifiesto la enorme pelea de ambas parejas, algo que el público supo apreciar y premiar con aplausos.
Pasando a la categoría femenina, hay que decir que la participación y resultados del combinado italiano fueron realmente espectaculares; el primer cara a cara, la pelea por el oro, tenía como contendientes a Marta Barrera y Marta Caparrós ante Carolina Orsi y Giorgia Marchetti.
Un choque que estuvo igualado y que fue de lo mejor que se pudo ver en Cracovia en cuanto a intensidad, a no perder de vista nunca el marcador y a responder siempre a los puntos de las rivales. Mucho desgaste para las cuatro y premio dorado para las italianas, superando contra pronóstico a las grandes favoritas por 4-6, 6-4 y 5-7 en 2:50 horas de partido.
La pelea por el bronce, que tuvo lugar a primera hora de la mañana, favoreció al equipo italiano, concretamente a Chiara Pappacena y Giulia Sussarello, quienes fueron capaces de ganar en un partido eterno y de desgaste infinito (casi tres horas de entrega constante) a las españolas Noa Cánovas y Araceli Martínez, quienes nunca le perdieron la cara al encuentro pero no se vieron favorecidas por un extra de factor suerte en el último instante.
Las españolas caerían por 7-5, 3-6 y 7-5, concediendo un enorme e histórico triunfo a Italia, con Marcela Ferrari como seleccionadora al frente.
En lo que al apartado masculino se refiere, tuvo lugar primero la final de consolación por el tercer y cuarto puesto entre los portugueses Afonso Fazendeiro y Miguel Oliveira y los italianos Simone Cremona y Marco Cassetta, saliendo como vencedores los primeros gracias a un partidazo que tuvo por resultado un 6-7, 7-5 y 6-0.
El choque tuvo altísimas dosis de pelea y de actividad, pero se vio condicionado en el tercer set por una lesión en el tobillo de Cremona, quien evitó retirarse y, a pesar de los dolores y la escasa movilidad, quiso terminar el partido, recibiendo las muestras de cariño del compañero, los rivales y del público.
En el duelo español por la medalla de oro entre Pablo García y Alonso Rodríguez ante David Gala y Daniel Santigosa, las dos mejores parejas del ranking, la suerte cayó para estos últimos a pesar del mayor cansancio que traían acumulado por haber disputado también la categoría mixta.
Con un doble 6-3 subían al escalón más alto del podio y conseguían colgarse del cuello la medalla de oro.
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