A partir de ahora, Maxi Arce y Franco Dal Bianco será un poquito más de River Plate, porque en el Microestadio de este histórico equipo ellos son los que han hecho historia.
Delante de su gente, con su familia en la grada, han levantado su cuarto título consecutivo esta temporada, afianzando todavía más su posición de dominio sobre el resto de competidores, dándoles igual quiénes estén delante o las condiciones de juego, salen siempre victoriosos y tan solo han perdido un partido este año.
Delante tenían a Pablo Barrera y a Federico Chiostri, pareja que parece recuperada para la batalla pero que terminó sucumbiendo con un claro 6-3 y 6-2 y eso que empezaron muy bien, apretando en la red y obligando a que los nº1 defendieran y no pudieran jugar al ritmo que suelen. Barrera se hacía enorme en la pista y Chiostri se cruzaba constantemente para enviar voleas pesadas al fondo, haciendo daño, pero aguantaron hasta el cuarto juego.
A partir de ese instante, Arce y Dal Bianco tomaron el mando de las operaciones y con dos breaks, sentenciaron a sus oponentes, quienes habían perdido esa sorpresa inicial y ahora discurrían por el partido sin excesiva continuidad en sus acciones, a ramalazos de ímpetu, pero muy poco constantes.
Ese camino continuó en el segundo, con Maxi y Franco más asentados si cabe, moviendo la pelota a su antojo e impidiendo que la esperada y necesitada reacción de Pablo y Fede llegase, máxime viendo cómo pasaban los juegos y su producción seguía muy lejos de poder presentar un final igualado.
Así, como decimos, con un 6-3 y 6-2, los grandes favoritos volvían a levantar los brazos al cielo y se coronaban en Buenos Aires, reforzando su posición de dominio.
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