Pocas veces un torneo profesional ha tenido tantos obstáculos por el camino, tantas complicaciones para poder llegar a la final y disputarse. Parones, lluvia, humedad, jornadas apretadas, mucho trabajo de los fisios, esfuerzo de los jugadores…todo ha sido un trabajo constante para vencer a los elementos y para poder terminar.
Este GNP Mexico Major P1 de Premier Padel lo tuvo todo en contra, pero logró salir a flote gracias a un trabajo conjunto de todas las partes implicadas que seguro, de cara al año que viene, introducen cambios para que esto no vuelva a suceder, máxime a final de temporada con tanto desgaste acumulado, pero lo importante es que todo ha terminado y que la prueba ya tiene a sus campeones: Arturo Coello y Fernando Belasteguín.
Se impusieron a todo y a todos, a ellos mismos y a su cansancio (sobre todo un veteranísimo Bela que nunca ahorra esfuerzos), a los rivales y al clima, ganando primero en semifinales a un Martín Di Nenno y un ‘Coki’ Nieto que no les pusieron las cosas nada fáciles (7-6 y 6-4) en un duelo que llegó a las dos horas y que tuvo una igualdad increíble, jugando todos a un ritmo altísimo y definiéndose solo por un tie break que caería del lado de Coello y Bela y un segundo parcial condicionado por la revisión de un punto solicitada por Di Nenno y Nieto que dio pie al match point decisivo.
En la final se vieron con dos jugadores renacidos, ‘Sanyo’ Gutiérrez y Agustín Tapia, quienes sin exhibir una gran mejoría en su juego fueron capaces de dejar por el camino a los nº1 y en semis al mediodía superar a Fede Chingotto y Javi Garrido en dos horas y 20 minutos, tres sets (6-2, 6-7 y 7-5) y una estadística muy pareja que solo tuvo diferencias en la primera manga y que dejó un partido que se disputó en dos días diferentes por culpa de la lluvia.
Llegaba el partido decisivo y todos miraban al cielo pidiendo que el líquido elemento aguantara y que no provocara que el horario establecido tuviese que modificarse nuevamente. Un choque de muchas emociones por el sitio en el que se desarrollaba y, sobre todo, por enfrentarse cuatro jugadores que el año próximo competirán juntos, caprichos de este deporte.
El primer set estuvo marcado por la intensidad de ambas parejas, no queriendo ninguna de ellas ceder más de lo estrictamente necesario pero que se decantó en favor de Coello y Belasteguín a partir del tercer juego, momento en que cogieron carrerilla para ponerse 1-4 y ya no perder esa ventaja hasta convertirla en el 3-6 definitivo.
Mejoró prestaciones el binomio argentino en el inicio del segundo, consiguiendo un rápido 3-0 hasta que el español y el argentino pararon la hemorragia; sin embargo, ni ‘Sanyo’ ni Tapia detuvieron su avance que, aunque más lento, seguía siendo con paso firme y así lograrían devolver el golpe con idéntica contundencia (6-3) y dejarlo todo al devenir de un tercer episodio.
Ahí aparecería Fernando Belasteguín, ‘El Rey’ que quería ganar un título de Premier Padel que aún no tenía y más en la tierra que vio nacer al deporte que lo ha sido todo para él. Se juntó con su joven pupilo y decidieron que era su momento. Dos breaks de ventaja les colocaron muy por delante (1-4) pero Gutiérrez y Tapia no se rindieron en ningún momento y se acercaron ligeramente en el marcador (3-5), si bien ya era demasiado tarde. Otro golpe sobre la mesa de los chicos de Miguel Sciorilli significaba el punto final a la eliminatoria y al torneo, ya con unas condiciones de juego complicadas porque la humedad hacía resbalar a la pelota y a los protagonistas (3-6, 6-3 y 3-6).
Bela vuelve a conseguir otro título, y van cuatro este año (además del Mundial) para un total de 230 entorchados en su carrera, y la cifra promete seguir aumentando. Es un animal competitivo e ilustra perfectamente los valores de un deportista cuya ambición no conoce límites, algo que está inculcando cada vez más a su joven compañero, Arturo Coello.
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