Ser propietario de un club, ¿moda o trabajo?

El entrenador de pádel Roby Pampin nos acerca, en este post, su opinión sobre las dificultades de ser un propietario de un club de pádel.

Repasando, pensando y viendo, los clubes de pádel son un negocio como cualquier otro trabajo de los que los propietarios viven. Otros se embarcan en este proyecto por inversión. Muchas veces se exponen a momentos difíciles porque cada día sale un nuevo club y esto genera competencia.

Además, día tras día vemos clases de pádel cada vez más económicas, quedadas donde la gente no paga por ser socios, torneos donde más que darte un buen premio y cuidar su nivel te dan de comer pareciendo más un restaurante que un club de pádel; en cada una de estas situaciones te invitan a desayunar, cenar, comer chuches, por lo que el ocio se antepone al deporte.

La pregunta es… ¿cómo puede mantenerse un club así? A los jugadores les gusta que se les trate bien, pero así también vemos que hay clubes que van cerrando sus puertas, y en muchas ocasiones son clubes de mucho nivel.

Hablo con la experiencia de haber sido propietario y sé que es una labor muy difícil. Cuando se está al frente de un club es necesario tener un buen trato con la gente, tener una escuela digna y saber elegir a la clientela. Esta es la parte más complicada porque en este negocio siempre hay quejas, jugadores que quieren participar sin pagar, que por 1 euro de diferencia compran la pala en otro sitio, jugadores que sienten celos por otros, jugadores que andan por todos los clubes y al final por ninguno sienten la camiseta y esto pasa por la culpa y la mala educacion que el propietario les da, el mal uso de su negocio, por tener que regalar para poder hacer un evento, tener que bajar los precios de las clases contratando a monitores sin experiencia para poder hacerlo, tener que estar regalando comida, ligas…solamente por miedo a quedarse sin gente y por la necesidad de atrapar futuros clientes.

Lles digo que este no es el camino, que un club se mantiene por clientes fijos, por clientes bien atendidos, por gente que realmente va a dar todo por ese club, pero no por regalarles cosas o por que cobras dos euros una quedada, sino porque realmente aprecian primero cómo te manejas y segundo, porque quieren y te han elegido.

Dejar ir a los que se quieren ir es una de las partes dificiles pero al mismo tiempo lo más beneficioso tanto para el club como para el grupo, hacer la vista gorda ante gente y jugadores que no son leales no sirve de nada; al final te estarán dando la espalda entonces… ¿qué mejor que dejarlos ir y dejar lugar para gente que quiera estar a tu lado?

Sería oportuno que los clubes se unieran más, juntarse una vez por mes e intercambiar opiniones y vivencias, lograr poder armar un torneo entre los clubes donde la instalación gane dinero, que para eso tienen un negocio y a su vez que los jugadores tengan categorías y premios como deberían.

Para quienes vivimos pura y exclusivamente de esto los 365 días del año y las 24 horas del día…recuerden que quienes lo miramos desde otro punto de vista no estamos criticando, estamos apoyando.