Nuestro colaborador Roby Pampin nos ofrece en un nuevo artículo las diferencias que existen entre tomar una clase y entrenar.
En un primer lugar define estos dos conceptos:
Clase es aquel lugar donde se reúnen los alumnos y el profesor. En educación, una clase son las enseñananzas que el profesor imparte a los alumnos.
El entrenamiento es cualquier preparación o adiestramiento con el propósito de mejorar el rendimiento físico o intelectual. En conexión con el deporte, el entrenamiento implica una preparación física, técnica y psicológica para el desarrollo máximo de las capacidades del deportista.
Entonces podemos ver que no es lo mismo tomar una clase en la cual como monitores guiaremos al alumno hacia objetivos nuevos y lo introduzcamos dentro del mismo, a entrenarlo, en la que nuestra misión será la de alcanzar su máximo rendimiento en un periodo largo y de constancia.
Muchos jugadores creen que entrenar es jugar solamente partidos o tomar una clase y jugar varias veces en la semana. La realidad está muy lejos de esto. El entrenamiento es un compromiso entre el entrenado y el entrenador, ya que no solamente depositamos nuestra confianza en él sino que también asumiremos la responsabilidad de entrenar.
Si el jugador toma solo una clase por semana esa información se desvanecerá hasta volver 6 seis días posteriores a la siguiente clase, la cual seraá muy lenta.
Si el jugador quiere obtener logros tendrá que reforzar esa información para que el organismo se adapte y no se esfume. La información recibida dos veces por semana mínimamente con un receso intermedio de recuperación logrará mayores resultados a futuro y si a esto le sumamos competencia y partidos, para mí es óptimo.
Todos los estímulos que tenemos durante un entrenamiento en nuestro cuerpo producen una serie de modificaciones que son transitorias. Es decir, todo lo que podamos ganar durante una etapa, si luego viene acompañada de un periodo extenso de inactividad se perderá también de forma progresiva.
Por eso cuanto más continuidad tengamos, más aguantará nuestro estado en el mayor tiempo posible y así progresaremos en nuestras metas.
«Toda afición que se gana lentamente y en un tiempo prolongado se mantiene con mayor facilidad y se pierde con mayor lentitud que las adquisiciones conseguidas rápidamente y en un corto espacio de tiempo» – Barbanti, 1986.
Con resultados rápidos en periodos cortos no notaremos cambios, al igual que con resultados rápidos en periodos de largos recesos tampoco. En cambio, los resultados notables serán captados en la continuidad a largo tiempo y con los recesos necesarios. No esperemos tomando una sola clase a la semana demasiados cambios, sino como una introducción a lo básico.
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