Nuestro coach colaborador Roby Pampin nos trae algunos consejos para romper con la rutina en los entrenamientos y no caer en la saturación.
Muchas veces los monitores se quedan cortos y pueden transmitir a los alumnos saturación, poco estímulo y aburrimiento.
Usar la inmaginación está muy bien, pero hay que conocer más detalles para causar inquietud en cada día de entrenamiento y que no sea un simple entrenamiento más.
En todos los ejercicios se puede poner un plus, un objetivo que se irá incrementando cuando veamos que el jugador lo domina.
En muchas ocasiones el jugador solamente quiere que por lo menos les cambies las palabras así como los ejercicios para así lograr que el alumno no sepa lo que le toca en el próximo entrenamiento y así motivarlo.
Hay casos que están perdidos, y hablamos de vocación, y también hay casos que no están experimentados ni guiados a nuevas tendencias, por lo que como entrenadores hay que saber ver todo lo más que puede dar ese monitor a lo largo de su profesión. El alumno podrá comprender con ejemplos sencillos, motivadores y de una dinámica distinta cada uno de ellos.
Lamentablemente estamos en un momento donde los cursos y la metodología empleada en ocasiones apuntan solamente para tener un título y donde muchas veces se les habla a los monitores como si nada más fueran a entrenar a profesionales, olvidándose que lo que más da roce y conocimiento a un monitor son los pequeños objetivos en sus primeros pasos.
Lograr trabajar con jugadores bien de abajo y llevarlos a lo más alto es un reto que muchos entrenadores hoy reconocidos por estar en el WPT no lo han pasado, y tal vez se saltaron un gran e importante escalón. Por eso vemos entrenamientos a jugadores amateurs recibiendo indicaciones, ejemplos y terminologías que serían para un jugador profesional.
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