»Sobre el inicio a la competición», por Javier Casadesús

Gran e instructivo artículo el que ha elaborado Javier Casadesús y que hemos podido recoger de sus redes sociales. Un texto que conviene leer y tener muy en cuenta a la hora de enseñar a nuestros hijos los valores del deporte y del padel en concreto.

Os dejamos con el artículo y esperaos que os sea muy útil a la hora de afrontar su crecimiento como jugadores:

»Mi hijo de 7 años está disputando un torneo de reyes. Hoy, tras un inicio esperanzador y dominando 2-0 (15-40), los rivales han reaccionado y han empatado a 2. A partir de ahí no ha sabido digerir una situación que nunca se le había presentado y los nervios le han traicionado. El resultado, una derrota contundente.

Al acabar el partido, mi reacción como padre-entrenador (difícil papel que daría para otro post) podría haber sido el dejarme llevar por la tendencia que nos invade de la sobreprotección de los hijos, diciéndole que no pasaba nada, que da igual ganar o perder, que mañana ya irá mejor.

Con ello solo lograría retrasar la inevitable: que mi hijo se enfrente a la realidad no solo del deporte sino de la vida. Porque en nuestra sociedad se gana y se pierde. Y en el deporte se gana y se pierde. Y sí, el ganador se lleva el premio.

Pero eso, y aquí está el quid de la cuestión, enseñar a los niños a competir, a que sepan que el objetivo final de la competición es la victoria y que solo el esfuerzo y el entreno les llevará a ello no es incompatible con la diversión, con el cariño, con los buenos modales y con la alegría.

De mi boca no ha salido ningún reproche a la actuación de mi hijo, y nos hemos reído comentando el partido. Pero tan cierto como ello es que los dos sabemos que hemos cometido errores que debemos mejorar para ganar. Porque lo que los dos queremos es aprender a ganar.

La búsqueda de la victoria y el aprendizaje en el esfuerzo es visto a veces como una especie de tortura a la que no debemos someter a los niños. Y es precisamente lo contrario. Porque esa búsqueda de la excelencia a través del esfuerzo puede, y debe, ser percibida como una diversión. Y esa es la misión de los padres y los entrenadores. Lo demás es rehuir los problemas que tarde o temprano nos alcanzarán.

Solo añadir una puntualización: el objetivo con un niño no es la victoria a corto plazo. El objetivo es aprender a competir para obtener victorias de adulto».