Tras todo lo que se ha hablado de la escisión del pádel y de los dos circuitos que podría haber el año próximo, de la propuesta de Fabrice Pastor y su International Padel Tour, de la decisión de los jugadores…y de muchos temas más, me he visto »obligado» a escribir unas líneas sobre todo este asunto.
Vaya por delante que lo que defiendo es el pádel, dándome igual los colores, las empresas, las marcas, etc. Lo que me importa es el espectáculo, que este deporte crezca como lo ha hecho hasta ahora, como algunos lo hemos vivido desde el antiguo Padel Pro Tour hasta el circuito actual.
Lo que es una realidad es que división hay. Fernando Belasteguín, Pablo Lima, Ale Galán y algún otro aún no se han pronunciado (pero no duden que lo harán), si bien es cierto que el período de decisión terminaba el pasado día 31 de julio y que, dados los hechos y la falta de acuerdo, WPT les ha dado a los interesados otro mes más, hasta el 31 de agosto, para decidir si la contraoferta que ellos han lanzado pro su derecho de tanteo, les interesa y les complace sobre la de Monte Carlo International Sports.
Cierto es también que 120 jugadores están comprometidos con un cambio de aires que les vendrá bien a ellos, al circuito, al seguimiento, a la afición y al propio deporte (no entraré a valorar los cambios económicos, los de difusión a través de streaming, etc. que a todas luces son positivos y necesarios), y que a la propuesta de WPT se han unido de momento poco más de 30 jugadores (tras los recientes ‘fichajes’ de Lamperti, Mieres, Seba Nerone y Tapia), por lo que este circuito se quedaría algo cojo, por no decir mucho, ya que los jugadores de pre-previa y previa no están por la labor de seguir jugando sin que se les vea.
Por otro lado, está el tema patrocinios y empresas/marcas que quieren apostar por el pádel. No se debería cerrar la aportación de muchas que me consta quieren entrar en el pádel. Ese »derecho de veto» que existe actualmente es perjudicial, especialmente para los de menor ránking, que necesitan muchas ayudas y encima ni se les ve jugar y así conseguir apoyos es casi imposible.
También está el tema de la expansión; cierto es que el circuito actual ha realizado pruebas en el extranjero (no siempre en lugares acertados o con gran seguimiento) como cierto es también que desde el IPT se quiere potenciar esto aún más, apoyándose (lógicamente) en las federaciones, tanto en España como en el extranjero, y es que el pádel profesional debería ir de la mano de los entes federativos, no como hoy en día, que está totalmente desligado y que encima imposibilita que los jugadores puedan participar en pruebas autonómicas que no sean el Cto. de España Absoluto, el Cto. de España por Equipos o de otros países por Equipos, el Cto. de Europa o el Mundial -salvo que los partidos de esas competiciones tengan lugar en los 45 días anteriores inmediatos al inicio de un torneo del circuito WPT si aquellos se celebran en la misma provincia-, es decir, cuatro citas únicamente fuera del circuito profesional, algo que perjudica y gravemente a las federaciones territoriales.
Y luego está el tema que más nos incumbe, el de la difusión. No siempre se ayuda a los medios de comunicación especializados. Es cierto que no somos muchos, que no tenemos la fuerza de otros medios generalistas, pero nunca se agradece su labor por medio de las redes sociales o se divulga su contenido como sí ocurre con otros periódicos, y eso que llevamos unos cuantos años (algunos como yo demasiados) dando difusión al deporte de la pala. También es cierto que desde el IPT nada se ha hablado nada en absoluto de los medios, no se sabe qué filosofía tomará con ellos de imponerse, ni cómo los tratará.
En definitiva, incógnitas por todos los lados, demasiadas. Hay mucha tela que cortar en ambos bandos pero lo cierto es que han de pensar que los que amamos este deporte, aunque critiquemos, lo hacemos desde el conocimiento y con ganas de que se mejore lo negativo y se refuerce lo positivo, nunca con mala intención ni queriendo hundir el trabajo de los que están relacionados con el circuito, sea quien sea que esté al frente.
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