Arturo Montes, un paralímpico en vela en Río 2016 con gran estrella

El 2016 fue el gran año, deportivamente hablando de Arturo Montes. Participó en los Juegos Paralímpicos celebrados en Río de Janeiro en la disciplina de vela y fue galardonado con el premio Nacional de Vela Terras Gauda al mejor deportista paralímpico del año. Un accidente en 2011 no le ha impedido seguir con su hobby: el deporte.

A parte de la vela practica pádel y fundó la Asociación IN para el fomento del deporte adaptado en Andalucía. Este deportista incansable ya tiene puesta su mirada en otro reto: el bádminton.

Antes del accidente ya practicaba vela y rugby a un gran nivel, pero él no se consideraba deportista profesional, porque «no eran deportes muy profesionales».

P: Antes de hablar de tu pasión por la vela, me gustaría destacar que es un gran jugador de pádel ¿En qué momento te iniciaste?

Arturo Montes: Cuando nos mudamos de Madrid a Sevilla mi padre hizo una pista de pádel en el chalet que vivíamos de mi abuela. Y en Sevilla solo había dos pistas de pádel: la de Pineda y la nuestra. Ahí empezamos a practicar pádel. Es cierto que con el rugby lo deje un poco de lado y lo practicaba poco. Cuando deje el rugby lo practicaba más asiduamente, de hecho iba martes y jueves en un club de allí. Nunca llegué a competir en serio, porque me fui al tenis.

P: ¿Qué te aporta el pádel para que te guste tanto?

A.M.: Es un deporte más o menos fácil de jugar, no es muy técnico, no requiere una preparación exquisita para practicarlo. Es muy atractivo, lo juega mucha gente, al final es muy dinámico, con una hora ya estás despachado, hay un boom en España muy bueno.

P: ¿Qué peculiaridades tiene el pádel adaptado frente al pádel no adaptado?

A.M.: Igual que en el tenis dos botes, esto en el pádel todavía es más beneficioso que en el tenis, ya que el segundo bote no acaba tan lejos. Un partido entre personas de pie y en silla no es tan atractivo, como cuando están los cuatro en silla…yo he jugado bolas que a lo mejor no son muy atractivas para uno que está de pie porque no tienen velocidad, pero cuando tú estás en la silla, moviéndote… son bolas realmente chulas.

P: En 2011 sufres el accidente que cambio tu vida ¿Qué supuso el deporte en ese momento?

A.M.: Quitando el apoyo familiar y de la propias ganas de mejorar, el deporte fue el máximo apoyo para poder salir de casa a diario y poco a poco ir mejorando físicamente.

P: Han pasado cinco años desde que te ocurrió el accidente ¿En qué momento te planteas prepararte para los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro de 2016?

A.M.: Bastante pronto. Yo había estado a un nivel importante en los deportes y sabía lo difícil que era llegar a eso, estuve entrenando durante 16 años al rugby en el que fuimos campeones de España y de la Copa. Después del accidente, en el momento que empecé a hacer deporte quería tener un objetivo ambicioso y ese era los Juegos Paralímpicos. Más que salí del hospital y estaba un poco recuperado, ya lo siguiente fue buscar el deporte.

P: ¿Cómo fue la preparación hacia Rio 2016?

A.M.: Fue bastante larga y en intensidad fue creciendo poco a poco, es decir, al principio conocí el barco, empecé a navegar… y poco a poco fui intensificando. El último año y medio no vivía para otra cosa que no fuera la vela.

P: ¿Qué sentiste cuando supiste que te habías clasificado para Rio de Janeiro 2016?

A.M.: Sensaciones increíbles, porque ha costado muchísimo. Costó mucho clasificarse: tuvimos que clasificar al país en Australia y una vez clasificados tuvimos que decidir quién iba a ir en esa plaza del país. Entonces tuvimos cuatro regatas internacionales muy tensas, las puntuaciones estaban muy ajustadas y cada detalle influía.

P: ¿Cómo es vivir la ceremonia de apertura de unos Juegos Paralímpicos?

A.M.: Es alucinante, todo es alucinante. No sólo la ceremonia,sino el estar allí en la villa olímpica donde han estado los deportistas más importantes del mundo, el conocer a tantísima gente, el ver eso… ya te hace imaginar cómo va a ser la inauguración.

La inauguración fue súper emotiva….sobre todo al principio, una vez que llevabas mucho tiempo dentro del estadio ya todo se volvía más normal. Pero lo que es vestirse, ir en el autobús, ver cómo va cada país, como esperamos y como nos vamos intercambiando los pins entre los países… el nerviosismo ese, la verdad es que es muy chulo.

P: ¿Qué tiene de especial competir en unos Juegos Paralímpicos?

A.M.: Es especial, porque es tan difícil llegar y la preparación es de cuatro años, pues al final aunque hayas competido con los mismos ya los que quedamos allí somos muy pocos, por ejemplo en un mundial son 60 barcos, allí solo son 16 barcos. Todo es mucho más cercano con tu competidor, el material que utilizas es el último que han sacado… es el máximo de ese deporte: todos los detalles, todo el material… Llegar a lo más alto del deporte que estás practicando.

P: Quedaste noveno, solamente a un puesto del diploma olímpico, ya que en los Juegos Paralímpicos sólo consiguen diploma olímpico los ocho primeros, no como en los Juegos Olímpicos que son los diez primeros ¿Con qué sensaciones te fuiste?

A.M.: Ahí tuve mala suerte, porque desgraciadamente el apoyo de la Federación no era el más acertado. Costó mucho conseguir que fuera mi entrenador personal y fue el mismo día que empezaba a competir. Yo llevaba allí 15 días antes y llevaba diez días entrenando, viendo el terreno, porque para nosotros es muy importante ver dónde están las corrientes, los vientos…

Al principio empecé bastante mal, de hecho toda la primera prueba fui último hasta el final que pasé a uno. Eran 11 pruebas, sin embargo las últimas cuatro estaba entre los tres primeros y eso ha sido lo más gratificante de todo. Saber que he conseguido estar entre los primeros y no una vez sino cuatro y cuando se lo estaban jugando todo, ha sido realmente chulo.

P: ¿Algún objetivo para Tokio 2020?

A.M.: Me veo pero en otro deporte. La vela la han quitado como paralímpico, porque hay que cumplir un número de participantes por países en un mundial: la vela lo cumplía de forma muy justa y al final lo han quitado.

Me veo en el bádminton, ya que desgraciadamente el pádel no es olímpico. Tengo cuatro años por delante y como practico mucho pádel y tenis pues… la silla, el golpe, los movimientos…aunque es muy distinto el tema de muñeca, el movimiento si lo tengo.

P: Tu pasión por el deporte es anterior al accidente, incluso llegaste a ser campeón de la Copa de España en la temporada 1997-98, con la tripulación Estrella Damm junto a su padre ¿Qué influencia tuvo su padre en su amor por el deporte?

A.M.: Estaba mi padre, mi hermano, primos…nosotros tenemos mucha tradición de vela y fue un proyecto que hicimos nosotros. Entonces estábamoslostres hermanos, mi padre, dos primos y un par de amigos del deporte de la vela, que eran más amigos que profesionales del sector.

Mi padre en el tema vela siempre nos ha impulsado y aunque yo no estuviera en un colegio que tuviera muchos deportes, él siempre me ha dado las facilidades para hacer el deporte que quisiera.

P: Has sido paralímpico y premio Nacional de Vela Terras Gauda al mejor deportista paralímpico ¿Qué significa este 2016 deportivamente?

A.M.: Ha sido un año maravilloso. Con lo que me quedo es con el nivel de competitividad que me he cruzado y ese nivel que he tenido que superar, es decir, que mis compañeros lo han peleado también muchísimo y al final va a uno. Ser el que va te da un plus desde luego, pero lo gratificante también ha sido la preparación y clasificatorias. Ha sido un año realmente bonito.

P: Tu tiempo libre también lo inviertes en el deporte. En 2013 fundaste, con un grupo de amigos, la Asociación IN para el fomento del deporte adaptado en Andalucía, que tiene como objetivo “ayudar a las personas con lesiones de nacimiento o adquiridas a superar las barreras físicas, mentales o sociales que le impiden llevar una buena calidad de vida”. ¿Cuáles son los objetivos de la asociación para el 2017?

A.M.: Queremos dar un impulso y afianzar los tres deportes que tenemos ya: pádel, vela y doma paraecuestre. Hemos conseguido una sede fija y lanzar nuevos proyectos a motivar y conseguir comunicarle a la gente la oportunidad que tienen de poder hacer deporte y lo beneficioso que es.

P: ¿Qué beneficios tiene el deporte en personas con discapacidad?

A.M.: Te facilita mucho hacer las cosas que antes eran cotidianas, pero que por culpa del accidente se han vuelto muy difíciles: cómo salir de casa, montarte en el coche, montar la silla en el coche…todas estas rutinas que te obligas a hacer por hacer deporte y ver a tus amigos, pues quieras que no ya las has hecho. Entonces eso te facilita más para ir a hacer cualquier cosa.

La constancia de hacer deporte y ver qué vas superando cosas pues te motivan a decir “pues mira esto que era pádel y parecía imposible, y menos en silla, pues ya estoy jugando” te abre un poco la mente a pensar: “oye pues puedo practicar otra cosa”, o a hacer cualquier inquietud que tengas en la vida.