La firma Mystica, de la mano de uno de sus jugadores franquicia, Ramiro Moyano, ponía pie en el país transalpino para crear cantera y acercar la marca a los jugadores del país italiano.
Dos días disfrutando de varios clubes por la capital romana de la mano de un gran embajador, el seleccionador italiano Gustavo Spector y del jugador Aitor Basterretxea.
El propio Ramiro Moyano se quedó encantado con la acogida recibida: «Es un placer haber sido una referencia de Mystica en Italia. Fue una experiencia única y espero volver a repetirla», aseguraba Ramiro, quien viajó al país de la bota con el responsable comercial de la marca, Abel Martínez.
El pasado viernes comenzaron con una prueba de palas en el Due Point Sporting Club, donde los aficionados resaltaron la calidad y prestaciones del material. Tras la primera parada, desembarcaron en el Dabliu Padel, junto con la selección absoluta masculina de Italia de cara a la preparación del próximo Mundial de Pádel. Ramiro les dio apoyo, consejos y sugerencias en cuanto a golpes y movimientos; siempre con la atenta mirada del seleccionador Gustavo Spector, toda una celebridad en el mundo del pádel italiano, quien además ha sido recientemente fichado por Mystica.
Finalmente, el viernes terminaron la jornada asistiendo a la inauguración del club Flaminio Sporting, donde Ramiro jugó un partido de exhibición con varios jugadores italianos. Aunque ahí no terminó todo, el sábado también hubo pádel y del bueno. Pusieron el broche de oro al fin de semana visitando el primer club de Roma con pistas cubiertas, Padel Indoor Roma, donde se celebraban partidos del torneo nacional de pádel italiano. Allí Ramiro se comportó como un verdadero embajador de la marca, dándola a conocer a los asistentes al torneo y ofreciendo sus comentarios a los jugadores.
Mystica ha sentado cátedra en Italia, un país en el que, a pesar de que el pádel aún está en pleno crecimiento, cada día tiene más adeptos. Enhorabuena a Mystica y a Ramiro Moyano por la acogida tenida con nuestros vecinos italiano. Arrivederci Roma!
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