Tras el lanzamiento hace unos días de la nueva pala de Fernando Belasteguín, el avance de su modelo Wilson, ahora con el emblema de la firma CUPRA bien visible y con la predominancia de los colores negro y cobre.
Os presentamos la CUPRA V2, la cual hemos podido probar en pista y de la que os traemos nuestras conclusiones.
Primeramente nos fijaremos en el apartado estético, donde se advierte una pala elegante, de líneas muy cuidadas, mezclando los dos colores citados junto con la firma de Bela en blanco en la parte central al lado del corazón.
La pala incorpora un difusor doble, con dos aperturas de gran aerodinámica, realizadas de manera muy minuciosa para ofrecer el mayor rendimiento posible, junto con un mango realizado en poliuretano e Izo-Zorb que proporciona una excelente combinación de agarre y amortiguación y una cuerda que es desmontable y que permite que el jugador pueda intercambiar o personalizar con facilidad el tipo y el color de la cuerda para la muñeca, si bien en nuestro caso, al estar acostumbrados a las cuerdas más habituales, nos ha costado un poco cogerle el truco al sistema, pero una vez que lo haces, se quita y pone con facilidad.
En cuanto a la forma, encontramos una pala de molde diamante enfocada tanto a la potencia como a los jugadores de nivel alto, no es apropiada para los de iniciación ni principiantes, pues exige cierta técnica para ser usada, algo habitual en las palas que ha portado Fernando Belasteguín en los últimos años, que suelen ser »cabezonas», de punto dulce pequeño y bastante duras. Esta, sin embargo, es algo más blanda gracias a la goma EVASoft que incorpora, lo que permite un juego algo más accesible y amplía el punto dulce.
En sus caras encontramos carbono 3K que otorgan a la pala una excelente capacidad de recuperación de energía y, por ende, golpes más rápidos y potentes, así como unas caras con cierta textura en forma de rombos entrelazados.
Si hablamos del juego, donde más potencial le podemos sacar es tanto en las voleas como en las bandejas y remates. Es una pala que en el juego ofensivo rinde a la perfección, ofreciendo un gran rendimiento especialmente en los golpeos rápidos y con peso (más si cabe en los actuales meses de verano con tanto calor).
Atrás, en defensa, la pala nos ayuda a sacar la bola con facilidad y el hecho de haber aumentado su punto dulce permite que no suframos tanto en defensa, si bien lógicamente ahí no es el arma más adecuada, aunque el aumento en la salida de bola que le proporciona la goma blanda es un plus respecto a otros modelos, así como la mayor manejabilidad si la comparamos con otros modelos usados por el jugador argentino como la Bela Pro.
En los remates es importante que golpeemos la pelota exactamente con el punto medio de la pala ya que si no, no saldrá tanto y puede dejarnos algo vendidos, de ahí que requiera no solo potencia, sino también precisión. Eso ocurre también con el resto de golpes pero en el smash es donde más hemos notado su incidencia y la diferencia de toque.
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