La mitad del cuerpo técnico de Argentina, Rodri Ovide (el otro responsable es Gaby Reca), ha demostrado saber gestionar un equipo mezcla de juventud y experiencia lleno de talento y volver a elevar a la albiceleste a lo más alto en el Mundial.
La selección de Argentina defendía el título de campeona del Mundo y en Catar ha vuelto a levantar la copa, venciendo a España en un tercer partido en el que no tuvo problemas en apostar por dos debutantes, Tino Libaak y Leo Augsburger que supieron aguantar la presión de la grada, de lo que había en juego y someter a sus rivales, Paquito Navarro y Miguel Yanguas por 3-6, 7-5 y 7-6.
Y no solo eso, sino que supo ver con mucha anterioridad el hecho de que Juan Lebrón jugaría en la derecha (junto a Ale Galán) por más que el seleccionador española dijera por activa y por pasiva que lo haría en el revés, poniendo en contra a una pareja muy fuerte como la de Agustín Tapia y Fede Chingotto que también fue capaz de doblegarle.