¿Pasa el pádel por su mejor momento en España?

¿Sigue viviendo el pádel una época de esplendor? ¿El boom de este deporte permanece o ya es cosa del pasado? ¿Jugamos ahora más que hace unos años? 

Si nos atenemos a la última Encuesta de Hábitos Deportivos publicada por el ministerio de Educación, Cultura y Deporte, todas estas preguntas tienen una respuesta afirmativa.  

En España existen más de dos millones de jugadores regulares (juegan al menos una vez a la semana) y más de cuatro millones ocasionales (lo practicaron al menos una vez en 2015).  

Además, un 22% de la población dispone de al menos una pala de pádel en sus hogares. La Federación Española de Pádel también confirmó este auge: el número de licencias se incrementó hasta un 13,5% el pasado año, superando los 56.000 jugadores federados frente a los 49.000 de 2014.

Cifras que invitan al optimismo y que muestran el buen estado de forma de un deporte que cada vez va comiendo más terreno a otras disciplinas como fútbol sala, tenis o baloncesto, tal y como se indica en la citada encuesta.

No cabe duda. El futuro del pádel está garantizado porque además son cada vez más los chavales que optan en primer lugar por coger una pala, sin haber pasado previamente por el tenis. Una circunstancia prácticamente impensable hace una década, gracias también a la labor de los clubes que establecen sus propias escuelas de pádel.

Cerca de 30 marcas españolas: ¿una situación sostenible?

La lectura es positiva. Pero, ¿qué ocurre con las marcas? ¿Es sostenible el modelo de negocio? ¿Hay saturación de firmas en el mercado? En este caso, las respuestas son más dispares y no existen tantos elementos de juicio como para contestar afirmativa o negativamente.

Una cosa está clara. A más jugadores, mayores ventas. La relación es directamente proporcional y en el mercado se estima una venta de entre 600.000 y 800.000 palas anuales gracias, entre otros motivos, a que en España existen 16 fábricas que producen palas. 

Números que confirman el buen momento del pádel, aunque si bien no representan los incrementos del 25 o 30% de los últimos años. 

El exceso de producción viene marcado por el alto ritmo competitivo que mantienen las empresas españolas. En nuestro país existen cerca de 30 marcas especializadas en la fabricación y distribución de palas de pádel. Akkeron, Black Crown, Bullpadel, Cazzec, Eclypse, Just Ten, Kelme, Kaitt, Nox, Ocho Padel, Orygen, Padel Session, Power Padel, Royal Padel, Siux, StarVie, Wingpadel o Vibor-A son algunas de las más destacadas.

A ellas hay que sumar las empresas internacionales que también se encuentran dentro del sector y que comercializan con palas y equipamiento de pádel, como son Asics, Adidas, Head o Wilson.

Firmas veteranas frente a novatas

La tendencia es positiva pese al estancamiento general de ventas. Aun así, algunas marcas con varios años de experiencia en el sector como Star Vie, Bullpadel, Nox o Akkeron han conseguido mantener su posición de privilegio gracias a la confianza adquirida por miles de clientes.

Sin embargo, también existen otras firmas de reciente creación que han tenido una entrada muy fuerte en el sector. Como casos más destacados se encuentran Vibor-A, Wingpadel, Just Ten o Siux. Su fuerte apuesta por patrocinar jugadores del World Padel Tour (Siux ya cuenta con tres jugadores entre los 50 primeros del ránking tras el fichaje de Luciano Capra) y la producción de unas palas de primera calidad le han permitido erigirse en protagonistas activos del sector.

Además, la llegada del pádel a otros países –principalmente Portugal, Italia y Francia- está permitiendo a las empresas españolas promover su expansión internacional y llegar a diferentes ciudades europeas donde el deporte de las cuatro paredes empieza a despegar.