El entrenador Roby Pampin nos trae otro artículo en el que, en esta ocasión, nos habla de los errores que cometemos cuando pensamos una cosa y nuestro cuerpo hace otra, cuando intentamos jugar fácil y nos complicamos.
Muchas veces jugamos mal de forma consciente, aunque nosotros pensemos que no. No hay peor cosa que te digan en un momento malo de tu partido… «¡pasa la bola!», y la respuesta sea «no lo hago a propósito».
La parte mental en el jugador amateur o aficionado juega un papel clave en el futuro. En muchas ocasiones esa parte no está totalmente madura en el nivel que se juega, por lo que hay otros jugadores que de alguna manera van logrando acomodar estas situaciones, ideas fundamentos y se ve en ellos un progreso mucho más rápido.
Hay jugadores que después de fallar hacen su propia autocorreccion o valoran cómo tendría que haber jugado aquella bola, pero… ¿que pasa con estos jugadores cuando siguen repitiendo el mismo error durante el mismo partido? Muchos de ellos no saben o no quieren reconocer su momento en el partido. Esta situación la podemos dividir en tres etapas:
1-arriba: el jugador estará en un muy buen momento del partido
2-medio: el jugador sufre altibajos en su juego y tan pronto lo hace bien como que falla con excesiva facilidad
3-abajo: el jugador falla con asiduidad
Errores no forzados
Las bolas fáciles son fáciles: flotadas, sin peso, delante nuestro, sin efecto, etc…y es ahí donde viene y se genera la tentación de jugar una bola ganadora.
Si estás arriba en ese momento pasarás a estar mejor. Si estás medio será tu actitud el detonante para lograr afianzarte del todo en el partido y si estás abajo y fallas te hundirás. Estos tres caminos te llevarán durante el partido a diferentes estados de ánimo.
A veces no tentarse en bolas fáciles es ser maduro cuando sabemos que no estamos bien en el partido y seguir poniéndola en juego es una muy buena opción para ir logrando tu visión interna del juego. Muchas veces no saber cerrar un punto en una bola fácil hará que si estabas en un momento arriba del partido te caigas poco a poco llegando a pasar a un momento de incertidumbre (nivel medio) y terminando en un nivel abajo.
Mantener una intensidad de juego en el jugador aficionado es compleja en muchas etapas de su aprendizaje, por eso tenemos que estar atentos como entrenadores a saber identificar estas .
Tendremos a jugadores que rápidamente interpretan antes estos puntos mencionados y jugadores que moralmente se reprueban continuamente. En estos últimos es donde más atentos debemos estar y lo primero es hacerles entender el porqué de su bajo rendimiento. Recuerden que muchas veces a este tipo de jugador su subconsciente le está jugando una mala pasada. En otros casos es consciente y le da lo mismo seguir fallando. Ahí tenemos que hacerle entender el repeto en sí mismo, en el juego y en su compañero.
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