El pádel se ha convertido por méritos propios en uno de los deportes con más usuarios en España. Atrás queda la imagen elitista asociada a un deporte semidesconocido que practicaban unos pocos y que tuvo a José María Aznar como uno de sus principales estandartes en nuestro país a finales de los 90.
La evolución que ha experimentado el pádel en las dos últimas décadas ha sido espectacular. El paso del tiempo le ha sentado bien hasta el punto de convertirse en un deporte de masas que practican más de 2.500.000 de personas de manera habitual en España.
Su impresionante evolución le ha permitido dejar atrás la etiqueta de deporte elitista, superando a otros más veteranos como el golf o el squash, para instalarse como uno de los deportes preferidos por el pueblo. Y todo en tiempo récord.
El despegue definitivo se ha producido en los últimos años, especialmente a partir del 2006. De los poco más de 500 federados que había en 1990 se ha pasado a las más de 56.000 licencias federativas que contabilizó la Federación Española de Pádel (FEP) en 2015.
Un ascenso silencioso cuyo ‘boom’ podemos situar entre el 2008 y el 2010, cuando se comenzó a producir una paulatina ‘democratización’ del pádel. Hasta ese momento, seguía siendo un deporte practicado en su mayoría por las élites económicas o sociales. Pero poco a poco se fue abriendo hueco y creciendo entre las clases medias de manera exponencial.
El incremento de la pasión por este deporte crece en España año tras año a un ritmo vertiginoso. Hablamos de un negocio floreciente que a día de hoy mueve en España más de 500 millones de euros y que ya es practicado por 4,2 millones de personas, de los cuales la mitad lo hace al menos una vez a la semana.
Para entender la importancia del pádel en España basta con echar un vistazo a las sedes de los torneos del World Padel Tour. De los 15 campeonatos que se van a disputar en 2016, 13 de ellos se celebran dentro de nuestras fronteras. Buenos Aires y Montecarlo son las únicas excepciones dentro de un calendario que tendrá su punto culmen a finales de año en Madrid, con la disputa del Master, donde se reunirán las ocho mejores parejas.
El objetivo es ahora trasladar este boom al resto de Europa. Algunos países, como Portugal e Italia, ya están incrementado su número de pistas y la demanda de jugadores es cada vez mayor. Además, se han incrementado considerablemente las compras de palas y complementos en estos países a través de múltiples tiendas de pádel online.
En España su consolidación es total hasta el punto de reducir su distancia con su hermano mayor, el tenis, que en 2013 inició un declive evidente: rebajando por primera vez en mucho tiempo las 100.000 licencias federativas.
No cabe duda de que el pádel está pasando por su mejor momento. Pero eso no es lo más importante. El futuro se prevé si cabe más prometedor ante la tendencia al alza de un deporte que multiplica sus cifras cada año.
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