Ganaron los grandes favoritos, pero complicándose. Porque la tónica en el torneo de Lanzarote de A1 Padel ha sido esa: pasar sufriendo y apelando a las musas.
El Lanzarote Open ha sido de momento la punta de lanza en cuanto a sorpresas y a vaivenes en los partidos, quizá la prueba en la que más complicado ha resultado avanzar si bien al final han triunfado a los que todo el mundo daban como favoritos, pero sin brillar, al ralentí y con altibajos.

Franco Dal Bianco y Maxi Arce han necesitado tres sets para imponerse a Luciano Puppo y Máximo Maldonado en un partido en el que solo hemos visto pelea mano a mano en el primer parcial, mientras que en los otros dos ha sido montaña rusa. Sin excesivos problemas con el saque en los primeros compases, los dos binomios avanzaban firmes y pasaban el ecuador del set y, llegado el noveno juego, fue donde todo implosionó.
Los nº1 sacaban y tenían un 15-40 en contra que, milagrosamente, lograron levantar (5-4) para acto seguido ser ellos los que rompiesen y sentenciar el primer acto (6-4).

Un golpe que acusaron Maldonado y Puppo, quienes acto seguido perdieron los dos siguientes juegos del segundo set (2-0) para justo después algo cambiar en ellos; con una bola de oro para el 3-0, no solo la ganaron (2-1) sino que se arrancaron cual cohetes para venirse arriba y dar una cátedra de pádel que volvió loco el partido y provocó un cortocircuito al otro lado de la red. Del posible 3-0 se pasó, en un visto y no visto, a un 2-6, mandando la resolución al tercero.

Con todo por decidir y muchas dudas especialmente en el lado de Dal Bianco, los líderes tiraron de orgullo y tablas y juntaron líneas, siendo capaces de dar respuesta a la dinámica tan positiva que había enfrente. Volvió su solidez y su regularidad y ahí pocos les ganan en este circuito. Así, pasaron del 0-1 al 6-1 también de modo express, pues todo lo que tocaban era prácticamente punto.
El Lanzarote Open se iba para las vitrinas de los nº1 por un resultado de 6-4, 2-6 y 6-1 en medio de un gran abrazo entre los cuatro protagonistas.