Ya avisamos que la segunda jornada de octavos den Lanzarote, al ser de calma, podría significar el preludio de la tempestad. Y no ha hecho zozobrar las naves pero sí que ha vuelto a agitar la coctelera, creando incertidumbres y mucho movimiento. Ha habido que apretar dientes y pelear con todas las armas disponibles.
Excepción hecha de Maxi Arce y Franco Dal Bianco, vencedores con un 6-4 y 6-2 ante Maxi Sánchez y Fede Chiostri, al resto se les complicó la vida y no pudieron descuidarse.

Jesús Ruiz y Adriá Mercadal conseguían salir a flote tras un primer set de muchas complicaciones ante Joaquín De Astoreca y Adriá Mercadal que, tras conseguirlo, les dio más aire y vieron el camino más asequible (7-5 y 6-3).
Máximo Maldonado y Luciano Puppo precisaron de una versión muy rocosa y de agachar mucho las piernas, trabajar y trabajar, para solventar la instigación constante de Matías Del Moral y Santiago Frugoni, una pareja que jugó muy bien y que probablemente en cualquier otro partido se hubiese llevado la victoria.
Sin embargo, la excelente puesta en escena de Maldonado y Puppo les privó de ese honor (7-6 y 7-5).

Más difícil todavía fue el capítulo del libro de Facundo López y Cristian Germán Gutiérrez, pareja que sin hacer excesivo ruido y conociendo sus puntos fuertes, los están explotando. Ante Francisco Maier y Felipe Calleja, empezaron muy bien (6-2) pero se desconectaron por completo en el segundo, siendo incapaces apenas de lograr un único juego (1-6) para luego volver a enchufarse al partido y terminar la tarea con nota (6-2, 1-6 y 6-2).