Si algo no se le puede reprochar a Franco Stupaczuk, es claridad. El jugador argentino ha querido dejar bien clara su postura de cara a su presencia (y la de su compañero Juan Lebrón) en el torneo de Cancún.
Contrariamente a lo que el resto de jugadores del top 50 ha decidido (no presentarse al ser también una prueba P2 al igual que Gijón), el argentino ha optado por inscribirse y competir, siendo por ello la pareja nº1 y favorita al título en la cita, pues el resto de contendientes, al menos por ranking, están muy abajo.
Debido a la sorpresa generada, ha decidido emitir un post aclarando el porqué de su decisión, con una argumentación muy directa y sincera, destacando que le han surgido «un montón de dudas sobre cuál era la decisión correcta» y que se ha apuntado a Cancún porque «confía en que la situación se pueda solucionar desde el diálogo» y que es una «decisión meditada en la que tuvo en cuenta todos los factores».
Se podrá estar o no de acuerdo con él por no seguir la línea de sus compañeros, pero lo que no se le puede achacar es que Stupa ha decidido dar ese paso y hay que respetarlo, porque al igual que todos están en su derecho de no jugar también lo están en el de jugar y él mismo añade que no pretende «sacar ventaja deportiva y que estará de acuerdo sin el futuro se decide que Cancún no sea puntuable» o que tanto él como Lebrón no tienen problema en no apuntarse a un P2 «para que el resto de compañeros sumen los puntos que no han podido sumar ahora».
¿Qué opináis vosotros? ¿Creéis que Lebrón y Stupa han hecho bien o que no deberían haberse apuntado? ¿Qué dirán sus compañeros?