Siguen a lo suyo, sin descomponerse, Agustín Tapia y Arturo Coello. Lejos de ostentaciones innecesarias, este sábado volvían a demostrar que están uno o dos, o incluso tres pasos por encima.
Tapia era de los pocos que se podía traer la bola en la lenta pista en la que están compitiendo estos días y Coello eliminaba cualquier hueco de la pista con su envergadura, algo que imposibilitó que Juan Lebrón y Martín Di Nenno pudiesen «meterles mano».
La semifinal fue de los nº1 de principio a fin, consiguiendo abrirse paso a base de descerrajar la defensa rival. Di Nenno era incapaz de sostener y la clarividencia otras veces diferencial de Lebrón, no terminaba de marcar su territorio. Por el contrario, el dominio del tiempo de partido, de la superficie de juego y de las estadísticas de Arturo y Agus fue abrumador, tanto que sin haber llegado a los 40 minutos de juego ya tenían la primera muesca en el cinturón (6-3).
Sin descomponerse y siguiendo el mismo guion, dado que ni Lebrón ni Di Nenno eran capaces de plantear algo diferente y buscarles las cosquillas, fueron sumando igualmente en el segundo acto, calcando, punto por punto y juego por juego, los mismos 9 parciales y de nuevo escribiendo un 6-3 que les metía en la pelea final.
Después llegaría el duelo de electricistas. Energía pura y rapidez máxima en las piernas de los cuatro protagonistas. ‘Coki’ Nieto y Jon Sanz ante ‘Momo’ González y Edu Alonso. El público, preparado y con tensión, porque es de esos encuentros en los que la bola vuela y a vece sin se ve.
Arrancarían con suma eficacia ‘Momo’ y Edu, manejándose a la perfección y metiendo presión constante (0-3), pero el madrileño y el navarro rápidamente pusieron cerco a la diferencia (2-3) y volvieron a meterse en el partido, siendo a partir del ecuador ellos los que manejaban. Momentos y juegos de intercambio hasta que, en la parte final del set, ‘Momo’ volvió a subir la intensidad, también Jon y ‘Coki, no así Edu Alonso, quien empezó a sufrir y a errar demasiado. No terminaba de llegar al nivel de los otros tres y por ahí pasó la definición del set, claudicando con un 6-3 en el noveno juego tras anotarse la última de las seis bolas de break que tuvieron.
En el comienzo del segundo, a pesar de que Maxi Grabiel les pedía atención y estar concentrados en su saque, Jon y ‘Coki’ lo perdieron; break inicial que fue rápidamente contestado con un contrabreak tras una volea cómoda de Edu que se fue por poco al cristal.
Con 1-1 en el marcador, y a pesar de las malas intenciones a ambos lados de la red, ninguno se podía ir en el marcador, pues golpeaban unos y respondían los otros. Así llegamos con la tensión cortándose con un cuchillo al undécimo juego (6-5) con saque del valenciano Alonso.
Sería precisamente él quien fallaría la última pelota, la más trascendental, con una volea que se quedaba en la red y que instantáneamente desataba la locura en el bando de los chicos de Grabiel (6-3 y 7-5). El juego loco de Sanz y Nieto se metía con todo merecimiento en la final.