Contra las cuerdas estuvieron las dos parejas que acabaron venciendo en la segunda jornada de cuartos de final del Master Final. El cuadro femenino, al igual que el masculino, nos dejó dos partidos agónicos, muy trabajados, y en los que cada punto parecía valer doble.
Sin duda alguna, el precio de la entrada quedó más que compensado con una doble ración de partidazos , uno de ellos con remontada incluida.
Aparecieron primero en pista Delfi Brea y Vero Virseda, pareja de conexión express de cara al Master, ante Andrea Ustero y Alejandra Alonso, jóvenes pero más que preparadas para el desafío.
Y las niñas empezaron a jugar y a disfrutar. Arrasaron en la primera manga con una Ustero que ejercía su mando autoritario para permitir que, una y otra vez, Alejandra entrara y destrozara cualquier defensa; así pusieron rápidamente un 2-6 en el marcador que vaticinaba agitación.
Empezaron a encontrar su punto óptimo de rendimiento Delfi y Vero, se activaron y empezaron a ser las dueñas de la pista. Pasaron de 0 a 100 ante la imposibilidad de respuesta por parte de Alejandra y Andrea, esta ahora muy desdibujada y sin poder manejarse como suele. Así, se pasó rápidamente a un 6-1 que devolvía el golpe libra por libra.
En la manga definitiva se vio por fin paridad en el marcador, recuperando todas su mejor versión pero siempre con Brea y Virseda con la sensación de tener un punto más en todo. De hecho, se adelantaron en el luminoso y hasta el octavo juego no les empataron las jóvenes (4-4). Sin embargo, los dos siguientes juegos debido a los errores cometidos al otro lado de la red serían para la pareja hispanoargentina que, en su debut, celebró una gran remontada y su continuidad en el torneo (2-6, 6-1 y 6-4).
Tras verse en el torneo de Milán, se reencontraban en el 20×10 Gemma Triay y Claudia Fernández a un lado, y Tamara Icardo y la otra Claudia, Jensen, enfrente. Un partido en el que Icardo y Jensen lo tuvieron todo a favor para llevarse la victoria y dar un zarpazo en el cuadro femenino pero al final, los errores de Icardo, acabaron por sentenciarlas.
Triay y Fernández empezaron avasallando, sin control alguno, desatadas, imprimiendo un ritmo y un acierto al que no podían llegar la valenciana y la argentina. En apenas media hora, el 6-2 ya campeaba en el marcador.
Sin embargo, aparecería Tamara Icardo en el segundo envite para nivelar las cosas. Entraba con más decisión con su bandeja y su volea cruzada y eso permitía que Claudia manejara y fijara mucho más al drive rival, obteniendo así una pequeña ventaja que les fue suficiente para poner el empate tras romper el servicio rival (4-6).
En la tercera, Tamara seguía maniatando a una Gemma Triay algo tocada físicamente, haciéndole trabajar mucho con bandejas y chiquitas, voleas y globos, tal y como le pedía su entrenador, Maxi Grabiel. Aguantaba la balear el chaparrón y poco a poco fue encontrando más espacio y sacando la cabeza a flote, tirando más por el paralelo para que su compañera pudiera marcar la diferencia, y Fernández lo consiguió. Manejó muy bien a Claudia Jensen y supo cruzarse en los momentos oportunos para encontrar huecos por el centro.
A pesar de eso, Tamara y Claudia llegaron a estar por delante en la parte decisiva del set, con 5-4 y restando para ganar. Pero entonces aparecieron las catastróficas desdichas en el lado de Icardo, que cometió demasiados errores en los tres últimos juegos, los cuales caerían todos para las pupilas de Rodri Ovide.
Con 5-5 y 40-30 al saque, se equivocó en un remate rápido que le dejó vendida en la recuperación de Triay, después llegaría un error de Jensen mandando una volea fácil a la red y dos golpes fallados otra vez por Tamara (6-5). En el juego definitivo, desde el resto, erraría con un globo, un remate, una tercera bola a la red y otro globo al cristal. Errores así te condenan y te impiden cerrar un partido que tenías controlado (2-6, 6-4 y 7-5).
En semifinales, Paula Josemaría y Ari Sánchez se enfrentarán a Alejandra Salazar y Jessica Castelló, y Delfi Brea y Vero Virseda harán lo propio con Gemma Triay y Claudia Fernández.