Si ya en la primera jornada del Cataluña Open se dio un aviso a navegantes, la segunda ha hecho saltar por los aires cualquier atisbo de control, haciendo sufrir a prácticamente todos, a los cuatro partidos que se plantaron en la pista central.
Así, pasamos de la tranquilidad al desasosiego, al morderse las uñas o la pala, al buscar en el banquillo soluciones in extremis, parches para tapar las vías de agua. No cayó ningún favorito, pero se vieron obligados a resoplar aliviados tras salvar el fuego enemigo.
Que se lo digan a los nº1, Gonzalo G. Alfonso y ‘Tolito’ Aguirre, quienes tras vivir instalados en la tranquilidad y el dominio en su primera toma de contacto tuvieron que recurrir a su versión más resistente para dejar fuera a Cristóbal García y Joaquim Florensa.
No le perdieron estos nunca la cara al partido y se dejaron ver con su mejor juego para llevar al límite sus posibilidades y estirar el factor trabajo de Aguirre y Alfonso al máximo, dupla que empezó con un break abajo y que llegó a estar 2-4; sin embargo, salvarían dos bolas de break y forzarían el desempate, donde aprovecharon la tercera bola de set que tuvieron para solventarlo (7-6). En el segundo, aunque también con dudas, estuvieron algo mejor en el inicio y en el séptimo juego obtuvieron el break que les dio el margen para pasar algún apuro menos en el tramo final (7-6 y 6-4).
Muy escaso margen de maniobra también para Fabricio Peirón y Álvaro Sola, dupla que lograba imponerse a Óscar Guiral y Santiago Pineda en un partido que acabó con Óscar Guiral jugando casi lesionado pero sin bajar en ningún momento los brazos. Una oda a la resistencia de los cuatro que supuso los primeros cuartos de final para Peirón y Sola (7-5 y 7-6).
Más paz en su caminar encontrarían Ramiro Pereyra y Juani De Pascual, única pareja a la que el marcapasos no se le disparó y pudo relajarse en su partido. Un doble 6-3 les dio el pase frente a Antonio González y Luis Oliver.
Y es que tras esto, de nuevo vuelta a los nervios a flor de piel con Andrés Britos y Yain Melgratti, teniendo que remontar frente a Rodrigo López y Pedro Perry.
Perry y López llegaban enchufados de Sevilla y se demostró sobre el 20×10 catalán. Buen ritmo en el comienzo y juego fluido que se aprovechó de un punto de oro para poner el 4-6 en el marcador.
De nuevo siguieron con menor estadística de errores en la segunda manga, lo que les valió un 3-5 que prácticamente sentenciaba el encuentro, pero Britos y Melgratti se revolvieron; salvaron dos bolas de partido al resto y se presentaron al encuentro. Consiguieron igualar y rebasarles con mucho esfuerzo y trabajo, empatando la contienda (7-5) y después poniendo la directa en el tercero.
Tres juegos más para ellos (3-1) y ahora sí el partido estaba más a su favor que nunca. Consiguieron igualarles (3-3) tras aparecer de nuevo ligeras dudas y a partir de ese momento cada pareja fue sacando su servicio con mucho sufrimiento. El choque se mantuvo con los cuatro en un puño hasta que un break en el duodécimo juego permitió a Brittos y Melgratti meterse al bolsillo la victoria (4-6, 7-5 y 7-5).
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