Cuentas pendientes en la final femenina, duelo de cuatro excompañeras de pasado más o menos reciente. A un lado de la red, Tamara Icardo y Claudia Jensen, y al otro, Alejandra Salazar y Jessica Castelló.
Una final que, sin embargo, no tuvo historia alguna, pues las dos primeras ahogaron con su juego a las segundas, enfundándose un título que, especialmente para Icardo, le supone una inyección mental positiva enorme tras haber estado tanto tiempo en el dique seco. Una victoria de esas que valen doble y que le impulsarán de cara a lo que queda de temporada. Su sonrisa le delataba.
En el último duelo del torneo, hubo pelea únicamente en los primeros compases del acto inicial, donde se mantuvieron las fuerzas hasta que la española y la argentina despegaron. Tras unos instantes de toma de contacto, suyo fue el manejo, los puntos y los aplausos del público presente, pues se marcharon como una exhalación a por el entorchado.
Con un 6-3 y 6-1, que fue el registro final, Jensen vuelve a ganar siete meses después, cuando lo hiciera en Acapulco precisamente junto a Castelló, cosas que tiene el pádel. Enfrente, la pareja favorita se quedó con la miel en los labios y quizá la derrota les ha dolido más teniendo en cuenta ante quiénes se ha producido.