En el cuadro masculino, en estas semis del Paris Major, había un duelo que estaba marcado en rojo, un enfrentamiento en el que se iba a seguir con lupa cada mirada, cada gesto y, por supuesto, cada comentario. Volvían a verse las caras (por fin) Ale Galán y Juan Lebrón y tras lo ocurrido hace unas cuantas semanas con el cruce de declaraciones que protagonizaron, todo podía suceder en la pista.
En el tercer y cuarto turno de la jornada de semifinales se citaban las cuatro mejores parejas del circuito masculino. No eran unas semifinales normales, pues se enfrentaban parejas que nunca se habían enfrentado y eso suponía un nuevo duelo entre Galán y Lebrón.
La primera semifinal masculina comenzó cerca de las ocho de la tarde hora local y se enfrentaron Agustín Tapia y Arturo Coello, pareja uno, ante Miguel Yanguas y Franco Stupaczuk, pareja cuatro. El inicio del encuentro mostró el respeto que se tenían ambas parejas, sobre todo al tratarse de su primer enfrentamiento (2-1).
Sin embargo, el curso del set cambió con el primer quiebre para la pareja uno (3-1), Yanguas y Stupa estaban con hambre y ese traspié no les hizo venirse abajo. Los de Carlos Pozzoni remaron, dificultaron el servicio de sus rivales, pero no fueron capaces de poner en jaque su saque en ningún momento y lo cerraron Tapia y Coello con esa ventaja (6-3).
El segundo set comenzó con unos Yanguas y Stupaczuk con más hambre, con ganas de poner nerviosos a sus rivales, con buenas sensaciones y con el primer juego en blanco a su favor (0-1). La pareja uno notaba el aliento de sus rivales en cada saque, pero de nuevo, un partido más y van muchos en su haber, volvieron a quebrar el servicio rival cuando más cómodos estaban al otro lado de la red (4-3).
Esa ventaja fue suficiente para llevarse el partido y alcanzar una nueva final para los chicos de Gustavo Pratto (6-3 y 6-4); de nada sirvió que Yanguas salvará una bola de partido en contra, de nada sirvió la velocidad del chaqueño en todos los puntos. Tapia-Coello vuelven a la final de Roland Garros, ya lo ganaron en 2023 y quieren repetir la hazaña para dar un golpe encima de la mesa por el número uno.
Después llegaría la «semifinal del morbo», protagonizada por Ale Galán y Fede Chingotto, pareja dos, ante Juan Lebrón y Martín Di Nenno, pareja tres del circuito masculino. Ambas escuadras comenzaron firmes con su servicio, cómodas y sin sobresaltos hasta el cuarto juego (2-2). En ese quinto llegó el primer quiebre en el saque de Di Nenno, los de Jorge Martínez se colocaron con ventaja y pudieron desplegar su mejor juego, en especial el madrileño.
Con el saque de Lebrón se produjo el momento más tenso del partido, cuarenta iguales (40-40), el portuense comete falta y en el segundo servicio el colegiado le señala falta de pie, lo que supone pérdida de punto y bola de quiebre para sus rivales. Martín pide revisión y Juan sale de la pista gesticulando y lanzando palabras al aire. El video arbitraje determina que es falta de pie y Juan sigue hablando al aire, finalmente quiebran Galán-Chingotto y con su saque reafirmaron para cerrar el set (6-2).
En el segundo set, los de Martínez sacaron el rodillo y comenzaron con dos quiebres a su favor (3-0), pero tras el paso por banquillos la pareja tres reaccionó devolviendo uno de los breaks (3-2). Lejos de igualarse, Galán sacó su servicio adelante y se calmaron los intentos de remontada, un nuevo quiebre en el 4-2 dio el golpe definitivo a Lebrón y Di Nenno, no iba a haber venganza. Fede y Ale cerraron un partido trabajado, pero en el que fueron superiores desde la mitad del primer set (6-2 y 6-2).
Ale y Juan no se dieron la mano al final del partido y siguen escenificando que no están, sin lugar a dudas, en el mejor momento de su relación como compañeros de profesión y expareja. Por su parte, Galán-Chingotto tendrán una nueva oportunidad ante Tapia-Coello en la final de Roland Garros que se disputará no antes de las 15:30 hora local.