Con un Wizink Center casi lleno, calor en las gradas y con la afición con ganas de mucho pádel, se apagaban las luces del pabellón para dar la bienvenida a las cuatro grandes protagonistas del día.
Cuatro jugadoras de enorme potencial, con mucho pádel en sus manos y que tenían ante sí la oportunidad de coronarse en Madrid. Dos ya sabían lo que era tras la gran final que protagonizaron el año pasado, Bea González y Delfi Brea (5-7, 7-6 y 7-6 ante Ari Sánchez y Paula Josemaría), pero en el otro lado, Claudia Fernández y Gemma Triay, especialmente la primera, partía con la enorme ilusión de coronarse ante su gente.
Y ocurrió, pero no de la manera que hubiese querido. En su primera final ante su gente en un torneo de la máxima categoría empezó con templanza, sin notar los nervios y sabiendo cómo aguantar a una Bea y a una Delfi muy metidas, que atacaban con paciencia pero también con firmeza. Junto a Gemma, supo llevar a cabo la táctica prevista e ir creciendo poco a poco, haciéndose ambas fuertes al resto y logrando no una, ni dos, ni tres, sino hasta seis bolas de break (se anotaron tres de ellas), lo que acabó por desnivelar la balanza.
A eso hay que añadirle que Bea González fue bajando en prestaciones tras empezar a notar molestias y no poder apretar la bola, evitando en todo momento rematar (una de sus grandes armas) o tirar víboras, por lo que la pelota, que llegaba más mansa a las oponentes, era un caramelo para Triay y Fernández.
Así, tras conquistar el octavo juego (6-2), Gemma y Claudia se pusieron por delante y el partido ya no fue el mismo.
Comenzaron las hostilidades en el segundo pero Bea no estaba, no encontraba su mejor estilo, su mejor juego, no estaba al 100% ni al 90% y Jorge Martínez le repetía desde el banquillo que lo mejor era no forzar.
Finalmente, entre lágrimas, en el tercer juego del segundo set llegaba la mala noticia. Las lágrimas de la malagueña lo decían todo, el dolor era superior a sus ganas de continuar y tenía que decir adiós, animada por su compañera, su entrenador y con una ovación cerrada de las rivales y del público (6-2, 2-1 y retirada).
Claudia consigue (obviamente no de la forma en que hubiese querido) el título en casa, uno más este año, lo que le vale a ella y a Gemma para partir como cabezas de serie nº2 en el siguiente torneo. Un pasito más para acercarse a la máxima aspiración.
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