Tras las derrotas en las finales de Doha, Bruselas y Asunción, llegó su momento. Las chicas de Rodri Ovide han conseguido, por fin, derribar la puerta a la que tanto habían llamado, y ha tenido que ser en el Banco de Chile Santiago Premier Padel P1. Una victoria que ofrece dos lecturas, por un lado, el renacer de Gemma Triay y, por otro lado, la consolidación de la »niña maravilla», Claudia Fernández, llamada a un futuro prometedor y a la que la no parece afectar la presión.
Sorprende ver a una jugadora tan joven tan arriba, aceptar el desafío de estar peleando por 1/16 y octavos a lo sumo a dar un salto cualitativo tan grande, ponerse al lado de toda una número 1 y, por ende, pasar a llegar a semifinales y finales como quien juega un partido con amigos, o al menos es la imagen que da, donde la procesión y los nervios parecen ir por dentro. Su semblante, su caminar por la pista, su manera de jugar, tranquilidad absoluta, confianza plena (en ella y en quien tiene al lado)… todo va en una misma dirección, la del crecimiento en un equipo que tiene fe absoluta en sus posibilidades y, sobre todo, también en la guía de Triay, quien tras varios vaivenes y una navegación complicada en otras aguas parece haber retomado el rumbo y se está convirtiendo en una asesora fantástica que, además, ha recuperado sus mejores armas y vuelve a ser determinante. El pádel y ella lo necesitaban.
Volviendo al partido, decir que comenzaron algo tímidas en la parcela ofensiva Gemma y Claudia, sin sufrimiento, pero aparentemente sin meter la sexta marcha desde el inicio. Sus rivales, Patty Llaguno y Lucía Sainz (primera final para ellas este curso), salieron más prendidas con el globo y firmes en la red que la dupla número tres del femenino, sin embargo, rápidamente comenzaron a sucumbir al juego de Gemma y Claudia. Tras el primer paso por banquillos las favoritas por ranking rompieron el servicio de sus rivales (3-1) y posteriormente, tras salvar varias opciones de contrabreak, lograron la consolidación con su saque (4-1).
El sexto juego del primer set fue un nuevo break para Triay y Fernández (5-1), el cual se generó por el buen hacer de estas, pero también por varios errores no forzados de Patty y Lucía, reflejando cierto nerviosismo. Y el servicio de Gemma sirvió para cerrar el primer set con contundencia (6-1).
La segunda manga arrancó con Patty y Lucía sacando adelante su servicio y generando opciones de break en el segundo juego, pero sin finiquitarlas (1-1). Las de Ovide cometieron el mismo error que las anteriores, ya que generaron varias oportunidades para el quiebre en el tercer juego, pero también las desaprovecharon. En el sexto juego llegó la reacción de Sainz y Llaguno con un quiebre (2-4), pero instantáneamente se produjo el contrabreak en la primera opción que tuvieron (3-4).
Esa respuesta inmediata de la menorquina y la madrileña fue un golpe psicológico que desencadenó otra rotura más en el noveno juego, ya la definitiva (5-4), y que las colocó con su servicio para llevarse el torneo. Y sin dar lugar a dudas Gemma y Claudia lograron cerrarlo contundentemente en una hora y veinte minutos (6-4).
De esta manera, Claudia Fernández se convierte en la jugadora más joven en salir campeona de un torneo de Premier Padel o World Padel Tour a sus 18 años, 3 meses y 4 días.