Tal y como ya os confesé el mes pasado, mi llegada al pádel fue completamente casual. Nunca antes me había interesado por este deporte y ni mucho menos había llegado a pensar que iba a terminar proporcionándome tantas y tantas alegrías. La vida nunca dejará de sorprendernos.
Apenas llevaba dos días en mi nuevo puesto de redactor jefe de la Revista Holes of Padel, apenas había tenido tiempo para leer un poco y comenzar a conocer los fundamentos del nuevo deporte al que iba a dedicarme cuando nuestro director, Jesús Flores, me dijo que esa misma tarde teníamos una entrevista con Bertín Osborne. Nunca me han asustado los retos profesionales pero debo admitir que, en ese momento, me temblaron un poco las piernas… No sólo tendría que hablar de algo de lo que no tenía ni idea sino que, además, delante estaría una persona de las ‘tablas’, la experiencia y el desparpajo de Bertín Osborne. Lo primero que pasó por mi cabeza fue: «Qué Dios me pille confesao».
Bendito internet. Aún estábamos en 2005, aún no existían las redes sociales ni había tanta sobresaturación de información. Pese a ello, sí que logré hacerme con una serie de datos que me ayudarían a ‘encauzar’ mi charla con él. La verdad es que no daba crédito a lo que iba leyendo… Fue uno de los pioneros en la práctica de pádel en nuestro país, se proclamó en tres ocasiones Campeón de España y justo en el momento en el que yo me disponía a hablar con él era el vigente Campeón de España en la Categoría de +35 años.
Nada más llegar al club en el que habíamos quedado, salió a recibirnos en chándal, con la pala en la mano y lo primero que nos preguntó fue que si no estábamos preparados para jugar un partido contra él y su sobrino. Después del saludo inicial, de unos minutos de conversación para romper el hielo, decidí que lo mejor era ser sincero con él: «Bertín, no tengo ni idea de pádel y esta es mi primera entrevista para la revista». Con una sonrisa de oreja a oreja me contestó: «Joder, pues me lo vas a poner muy fácil, macho».
Amable, divertido y muy espontáneo me fue contando como se enganchó al pádel gracias a su padre, a pesar de que en un principio él prefería el tenis porque «pensaba que el pádel era un deporte para ‘mariquitas’. Luego, con el paso del tiempo, con unos amigos llegamos a crear el Circuito de las Viejas Glorias, con paradas en Sevilla (donde yo soy el anfitrión), en Marbella, Puerto Rico, Venezuela. El pádel es nuestra excusa para pasarlo bien».
Con esa sonrisa tan pícara por la que se caracteriza, me confesó: «Nunca podré olvidar cuando fuimos a Argentina para representar a España. Fue el primer enfrentamiento internacional entre ambos países y perdimos por 5-0. Lo cierto es que todos nosotros nos acostábamos a las 06:00 o a las 07:00 de la mañana y claro, como los partidos se disputaban a las 11:00, salíamos a jugar ante 2.000 espectadores casi sin haber tocado la cama y con unas legañas que no nos dejaban ni abrir los ojos. En el plano deportivo hicimos el ridículo pero tengo que reconocer que nos lo pasamos de miedo».
Agresivo, luchador y con un gran espíritu ganador, reconoció que dentro de la pista no hacía concesiones «ni a las mujeres. Sin quieren jugar entre ellas, bien. Si quieren jugar contra nosotros, ya saben a lo que se exponen. Por lo general, no suelo jugar contra mujeres y, cuando lo hago, es con María Silvela o con Belén Castrillo. Son tan buenas que, como te confíes, te terminan ganando».
Poco antes de emplazarnos para un duelo dentro de las pistas y de poner fin a la entrevista, de su boca salió una frase tan contundente como acertada. Aún hoy en día la recuerdo con una sonrisa y debo decir que el tiempo le ha dado la razón: «Los que no quieren jugar al pádel porque piensan que es un deporte de pijos son unos gilipollas y no saben lo que se pierden… Dentro de unos años, estarán todos jugando al pádel».
Eso fue en 2005… En la actualidad, el pádel es el segundo deporte más practicado en nuestro país. Bertín Osborne, genio y figura.
Por cierto, justo al montarnos en el coche mi jefe me dijo: «Vete preparando que mañana a primera hora hemos quedado con Juan y Bela». En aquel momento no tenía ni idea de que iba a sentarme con los dos mejores jugadores de la historia de este deporte… ¡¡Vaya semana de emociones fuertes!!
Óscar Aguilar Núñez (prensa@padelspain.net)
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