Lo he vivido como una tremenda decepción, pues me sentía (y aún me siento) preparada para continuar rindiendo al mejor nivel. Sin embargo, sé que de todo se aprende y el pádel es un deporte de dos, en equipo, en el que puede suceder cualquier cosa. Puede pasar hasta lo más inesperado y nadie está a salvo de sufrir sorpresas o reveses inesperados.
Poco más puedo contar. En cualquier competición en la que participas tienes que estar lo mejor preparado posible para, cuando surja la oportunidad, poder aprovecharla. Esta lección quizá la tenga mejor aprendida… También hay que saber que cuando uno cae, toca levantarse. Y eso es lo que tenemos que hacer nosotras ahora.
Por mi cabeza no pasa otra cosa que no sea salir a la pista y jugar lo mejor posible. Hay una cosa que tengo muy clara: sé que no ha llegado la hora de colgar la pala.
Continúo con fuerza y con mucho empuje. Todavía me apasiona lo que hago y soy consciente de que estos malos momentos pasarán.
Agradezco las muestras de apoyo y de ánimo que he recibido durante los últimos días. Sólo puedo deciros… ¡¡Nos vemos por las pistas!!
Icíar Montes
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