Espectáculo, magia y PÁDEL, pádel en mayúsculas es lo que nos ha dejado la gran final del Estrella Damm Valladolid – Trofeo Universidad de Valladolid.
Fernando Belasteguín y Pablo Lima continúan imparables, parece que nadie puede con ellos y, tras ganar en la cita de Río Gallagos, ahora han vuelto a repetir título en Valladolid (es el cuarto entorchado para Bela en lo que vamos de temproada, ya que hay que sumar los dos que obtuvo con Willy Lahoz)
Tres tie breaks, mucho calor y un partido largo y de desgaste, servía para que ambos alzaran sus brazos en detrimento de los otros dos gladiadores que pisaron la pista de la Plaza Mayor pucelana, Paquito Navarro y Matías Díaz.
El choque necesitó tres muertes súbitas para dilucidarse, algo que el público agradeció, ya que disfrutó de la que hasta la fecha ha sido la mejor final del 2015, con más de 160 minutos de pádel y un marco incomparable. El resultado (7-6, 6-7 y 7-6) deja bien a las claras lo que fue el choque y lo mucho que pelearon los cuatro jugadores entre las cuatro paredes.
Con más de 30 grados de temperatura, el choque comenzó con intensidad, con ambas parejas buscando la red e intentando lograr los puntos rápidos, pero todo muy lejos de la realidad. Pádel de salón, de tiralíneas, para poco a poco ir elevando el nivel y los aplausos,con olés y uys en las gradas.
Fue un partido duro y sin concesiones, con jugadas espectaculares y puntos que se quedarán en la retina de los más de 1.800 aficionados que llenaron el estadio y que, al igual que los jugadores, buscaban la sombra y el agua en cuanto podían.
En lo que respecta a los tres sets, se decidieron por escasas diferencias, aun a pesar del cansancio que poco a poco se acumulaba en las peirnas, y también en la cabeza. Ninguno daba una bola por perdida, mucho menos Matías Díaz, quien incluso voló para salvar un gran golpe de Bela a ras de la red.
Los cuatro se merecieron la victoria, pero el gran hambre de Bela y la sed de victoria de Lima fueron superiores a la pegada de Paquito y a la garra de Mati.
El publico disfrutó y aunque la derrota pesa, el gran partido jugado por la dupla Navarro-Díaz también sirve para aprender. Bela y Lima volvieron a estar sublimes, y hará falta mucho pádel para poderlos derrotar.
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