Desde Adidas Pádel nos llega una nueva entrada de su blog, la cual nos habla de un aspecto fundamental y que la mayoría de las veces cuando emepzamos a jugar, pasa desapercibido.
Se trata, como habéis podido comprobar, del correcto agarre del mango de la pala, ya que mediante él será la manera en que se prolonga nuestro brazo hacia la bola y conseguimos jugar.
Os dejamos con el interesnate artículo y damos las gracias a Adidas Pádel por darnos un nuevo post de su siempre interesante blog de pádel.
En la práctica del pádel los jugadores más avanzados utilizan varias empuñaduras y las van cambiando según las circunstancias del juego y el golpe que se proponen efectuar, ya que esto les permite adaptar la inclinación de la pala al golpe que desean ejecutar. Pero al principio solo utilizaremos una empuñadura, la continental o «martillo».
Esta empuñadura es la elegida porque es la que nos permitirá realizar los golpes planos y cortados con mayor facilidad y naturalidad, ya que son los más utilizados en la práctica. Al solo utilizar una empuñadura, tendremos menos cosas que hacer en el momento de ejecutar y estos nos liberará para centrarnos en otros aspectos como preparaciones o desplazamientos, ya que al principio todo nos va muy rápido e intentar que un jugador cambie de empuñaduras solo sirve para añadirle más dificultad al aprendizaje.
La polivalencia de esta empuñadura viene determinada por el hecho de que, al realizar los golpes, adoptamos una posición lateral para mantener mejor el equilibrio y empujar la bola. Así, cuando la pala pasa por delante del cuerpo está totalmente recta, permitiéndonos que, mediante un golpe plano, podamos pasar la bola con más facilidad.
Vamos a exponer algunos trucos para guiarnos a la hora de coger correctamente la pala:
• Le daremos la pala a nuestro compañero y, mientras él la sujeta por la parte de la cabeza, nos la entregará con el perfil mirando hacia arriba. Nosotros la cogeremos como si estuviésemos estrechando la mano a una persona.
• Dejando el pulgar por un lado de la pala y los otros 4 dedos al otro, iremos descendiendo por el perfil hasta llegar a la empuñadura.
• Colocaremos la palma de la mano en el plano de la pala. A continuación deslizaremos la palma de la mano hacia la empuñadura y al llegar cerraremos la mano rodeando la misma.
También se la conoce como martillo, debido a que con la empuñadura correcta la pala debe quedar alineada con el brazo con el perfil de la cara colocado de manera vertical. De esta manera podríamos clavar un clavo con la parte del perfil que queda enfocada hacia el suelo.
Para finalizar os damos este último consejo: La correcta empuñadura es uno de los principales obstáculos que se encuentra el jugador a la hora de progresar, ya que si se empieza a jugar con una incorrecta limitará su progresión. Hay que prestar mucha atención a empuñar la pala correctamente cuando empecemos a jugar. A medida que vayamos avanzando en seguridad ya podremos ir probando cosas nuevas, ya habrá tiempo para ello. A disfrutar del pádel!
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