Tres argentinos y un brasileño serán los que se disputen la gran final del Open Argentina en Río Gallegos, prueba perteneciente al circuito World Padel Tour.
Caras nuevas en la final de Río Gallegos
Río Gallegos ya tiene finalistas… Belasteguin-Lima vs. Gutiérrez-Sánchez. Traducidos a números, las parejas 1 y 4 del ranking World Padel Tour se jugarán el título en tierras argentinas, tras unas semifinales para enmarcar que se resolvieron en tres sets.
Hubo aficionados que se hicieron más de 3.000 kilómetros para estar presentes hoy en el Boxing Club, pero el viaje mereció la pena. Dos partidazos, con jugadas antológicas, con mucha garra y un sinfín de “puntakos” que hicieron delirar a los 2.000 espectadores que colmaron las gradas.
En la primera semifinal, Belasteguin y Lima borraron de un plumazo el mal recuerdo de las semifinales de Barcelona, cuando la lesión en el hombro del brasileño les obligó a abandonar el duelo ante los mismos rivales de hoy, Paquito Navarro y Matías Díaz.
Y el desarrollo del partido hizo recordar y mucho a aquel que disputaron en la pista central del Polo. Nuevamente los integrantes de la pareja número 1 debieron remar contracorriente, recuperarse del mazazo sufrido en el primer set para luego sentenciar con autoridad.
Arrancaron muy firmes Matías y Paquito que hicieron un primer set casi inmaculado y se aprovecharon también de la falta de intensidad del número uno, que cometió más errores no forzados de lo habitual. En el sexto juego llegó el break que definió la primera manga.
El inicio del segundo set siguió teniendo a Paquito y Matías como protagonistas, confiados, concentrados, pegando muy duro, pero todo comenzó a cambiar a partir del octavo juego. Apareció la mejor versión de Bela, que soltó su derecha y consiguió cuatro puntos consecutivos para romper el servicio del “guerrero” Díaz e igualar la eliminatoria.
Esa mirada intimidatoria del argentino y ese andar nervioso del brasileño que se asemeja a un león enjaulado, fueron claros síntomas de recuperación, de que estaban muy metidos en el partido.
Del otro lado de la red, Matías y Paquito cambiaron los motivadores gritos por simples gestos, muestra de que la guerra sicológica la estaban perdiendo y acabaron sucumbiendo definitivamente en el séptimo juego, cuando llegó el break.
Pero el sevillano y el guerrero no son de tirar la toalla así nomás. Siguieron luchando, tuvieron opciones para recuperar la desventaja, pero todo esfuerzo fue en vano.
La pareja número 1 se alzaba con la victoria (3/6, 6/3 y 6/3) y se metía por primera vez en una final, dejando también por primera vez sin una final a sus rivales.
Los puntanos en su primera final
La segunda semifinal careció tal vez de la intensidad y emoción de la primera, fue muy cambiante, pero tuvo como condimento esa incertidumbre de saber quién se llevaría finalmente el triunfo.
El papel de favoritos era para los puntanos Sanyo Gutiérrez y Maxi Sánchez y así lo demostraron en un primer set exquisito que nos dejó puntos espectaculares y detalles de altísima calidad.
Un contundente 6/1 que hizo temer lo peor para Agustín Gómez Silingo y Fede Quiles, que no fueron ni sombra de la pareja que pocas horas antes había eliminado a los número 2.
Pero todo cambió radicalmente en la segunda manga. Quiles volvió a ser infranqueable, evitaron dar protagonismo a un Maxi Sánchez que estaba intratable con cero errores en el primer set, y Silingo fue más contundente con su remate.
Con este panorama, llegamos al tercer set, donde nadie se animaba a dar un pronóstico. Fue en el inicio donde apareció nuevamente esa mano prodigiosa de Sanyo Gutiérrez, para inventarse golpes imposibles y desparramar a sus rivales.
El tempranero break en el segundo juego al servicio de Quiles acabó siendo determinante. El 3-0 en el marcador fue una dura carga para los bombarderos que no se entregaron fácilmente, que no se conformaron con haber llegado hasta ahí, pero todo intento fue inútil, porque cada bola que sacaban de pista tenían como receptor a un Maxi Sánchez que las corrió todas y las definió con una exactitud asombrosa.
A Sanyo no le tembló el pulso con su servicio en el noveno juego y sentenció el pase a la primera final del año para los maestros.
Al Open argentino le queda solamente un partido, el decisivo, esa batalla que se comenzará a librar a partir de las 14.30 horas (19.30 hs CET).
Fernando Belasteguín-Pablo Lima y Maxi Sánchez-Sanyo Gutiérrez o, lo que es lo mismo, las parejas 1 y 4 del mundo, dos integrantes de HEAD, uno de Asics y otro de Bullpadel, serán los protagonistas del ansiado duelo.
Hubo aficionados que se hicieron más de 3.000 kilómetros para estar presentes en el Boxing Club, pero el viaje mereció la pena. Dos partidazos, con jugadas antológicas, con mucha garra y un sinfín de «puntakos» que hicieron delirar a los 2.000 espectadores que colmaron las gradas.
En el primero de los choques, la pareja número uno tuvo que exprimirse a fondo (3-6, 6-3 y 6-3) para derrotar a Paquito Navarro y Matías Díaz, dupla que venía en un gran momento de forma y de juego. El primer set cayó del lado español, pero Bela y Lima tiraron de oficio, subiendo varias marchas su pádel, defendiendo como guerreros desde el fondo de la pista y atacando cuando tenían la oportunidad.
Así, consiguieron darle la vuelta al marcador, a pesar de la concentración con la que jugaban Paquito y Mati; sin embargo, la mejor versión del jugador de Pehuajó apareció y, ante eso, poco se puede hacer. Bela empezó a soltar su derecha y consiguió cuatro puntos consecutivos para romper el servicio del «guerrero» Díaz e igualar la eliminatoria.
Del otro lado de la red, Matías y Paquito cambiaron los motivadores gritos por simples gestos, muestra de que la guerra psicológica la estaban perdiendo y acabaron sucumbiendo definitivamente en el séptimo juego, cuando llegó el break. La tónica continuó y con ella Bela y Lima se hicieron con el partido y el pase a la final.
Concluye el sueño de los ‘Bombarderos’ Silingo-Quiles
La otra pareja que consiguió el bilelte para disputar el título fue la de los ‘Maestros’ Sanyo y Maxi, quienes se impusieron a la revelación del campeonato, Agustín Gómez Silingo y Fede Quiles (1-6, 6-3 y 3-6).
El partido cambió de manos en numerosas ocasiones a pesar de que en el primer set, tanto Sanyo como Maxi fueron una apisonadora que no quería dejarse sorprender por la ola de entrega que sus rivales ponen en cada bola.
Silingo y Quiles se mostraron muy desacertados en el inicio, siendo una sombra de lo que fueron en cuartos, pero en el segundo parcial resurgieron, sacando a relucir toda su potencia. Quiles defendía y Silingo remataba y así, punto a punto,s e hicieron con el segundo parcial y pusieron las tablas.
El tercer set, sin un pronóstico claro, apareció nuevamente esa mano prodigiosa de Sanyo Gutiérrez para inventarse golpes imposibles y sobrepasar la sólida defensa de sus rivales.
El tempranero break en el segundo juego al servicio de Quiles acabó siendo determinante. El 3-0 en el marcador fue una dura carga para los bombarderos, quienes no se entregaron fácilmente ni se conformaron con haber llegado hasta ahí, pero todo intento fue inútil, porque cada bola que sacaban de pista tenían como receptor a un Maxi Sánchez que las corrió todas y las definió con una exactitud asombrosa.
A Sanyo no le tembló el pulso con su servicio en el noveno juego y sentenció el pase a la primera final del año para ellos.
Al Open argentino le queda solamente un partido, el decisivo, esa batalla que se comenzará a librar a partir de las 14:30 horas (19.30 hs CET).
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